– El actor dice que su papel en «Control Z» es parte de lo que debe eliminar la sociedad
Con su personaje dentro de la serie Control Z, el actor Iván Aragón representa todo aquello que está mal visto en la sociedad.
Bajo el nombre de Darío, explica que se trata de un joven que está del lado de alimentar toda la porquería que hay en el mundo.
“Él es parte de toda esta ignorancia, violencia y cosas negativas que hoy en día queremos eliminar en cuestión de identidad de género, racismo”, adelanta.
La producción de Lemon Studios para Netflix se estrena este 22 de mayo en la plataforma de streaming y sigue a un grupo de jóvenes estudiantes de El Colegio Nacional, cuya vida cambia cuando un hacker comienza a sacar a la luz todos sus secretos.
Ante estos hechos en la historia dirigida por Alejandro Lozano, los papeles se invertirán: los populares serán buleados mientras que los marginados tendrán un mejor estatus.
Iván considera que el tipo de personajes como el que ahora tiene en sus manos son importantes en la pantalla porque retratan eso que la sociedad no quiere para así ayudar a eliminarlo.
Además, no lo ve como alguien malo, ya que en la vida no todo es blanco y negro.
“Irónicamente mi personaje puede ser alguien muy negativo y que puede representar muchas cosas con las que yo no estoy de acuerdo pero entiendo el papel puntual que tiene en la historia y que estos tipos de personajes son necesarios para resaltar lo ridículo y lo banal y poco que necesitamos esa forma de pensamiento”, menciona el actor.
“Acaba siendo algo en pro de eliminar este tipo de pensamientos”.
Aragón señala que es importante retratar temas como los que viven los jóvenes, sobre todo ahora que con las redes sociales se prestan a cyberbulling pero también quiere recalcar que ese mundo dentro de una nube no es real.
“Al final hay que mantenerse conscientes de que es mundo ficticio el de las redes, que pueden partir de ideas reales pero no es lo mismo sentarte a platicar con un grupo de gente y debatir ideas a nada más ofender a alguien en Twitter porque no te gusta lo que piensa.
“Siento que si todos mantenemos esa consciencia de que lo que está en mi teléfono no es la verdad absoluta del mundo, entonces cuando te molesten puede llevarse de una forma más leve”.