– Considera que hay lugares a los que sólo les interesa el dinero y no el lado humano
Poco a poco se recupera Eva Mange, abuela de Laura Zapata, quien después de “tanto hostigamiento”, dice la actriz, ya descansa con tranquilidad en su casa, con los cuidados necesarios y llena de amor.
“Ya afortunadamente nosotras estamos en casita, tranquilas, sin el hostigamiento que vivimos en las instalaciones de este asilo; mi abuelita ya está a mi lado, hoy la sacamos a comer al jardín y ahí va, le rezo a Dios que nos dé otra oportunidad con ella, que se pueda curar de estas heridas en su cuerpo, que se pueda salir de esto”.
Laura aún lamenta que, por la pandemia, se haya visto imposibilitada de ir seguido a visitarla como lo hacía antes a Le Grand Senior Living, en donde pagaba para que tuviera los cuidados necesarios.
“De repente son lugares que lo único que les interesa es el dinero y no el lado humano de las personas; la pandemia se atravesó y fue una desgracia, porque antes yo iba continuamente a cenar con mi abuela”.
La actirz señala que son sacrificios que hacen las familias, pensando que estará en un lugar donde habrá gente de su edad, tener clases, estar con todas las cosas que ofrecía la institución, que era de doctor de 24 horas y enfermeras.
“Dices: pero qué maravilla, me privo de estar con ella, pero iba a visitarla, cenaba con ella, a comer, pero esta pandemia se atravesó y ya no pude hacerlo tan seguido”, explica.
Pregunto a la @FiscaliaEdomex @FiscalEdomex @alfredodelmazo ¿que falta para poder JUDICIALIZAR la carpeta del DELITO cometido en el cuerpo de mi Abuelita la Señora Eva Mange Márquez?… esperamos que se haga cumplir la Ley conforme a Derecho. Gracias !!! #RT pic.twitter.com/RVXZmNjG9m
— Laura Zapata (@LAURAZAPATAM) February 22, 2021
Por otro lado, la actriz dice que da gracias a Dios que haya decidido ir con todos los cuidados necesarios a celebrar el cumpleaños de su abuela, porque si no, no se hubiera dado cuenta de sus lesiones.
“Bendito Dios que de la oreja me llevó a festejar su cumpleaños para darme cuenta de lo que estaba viviendo, fue un horror y no sólo el delito de género lo que hicieron con esas lesiones en el cuerpo de mi abuela. Ella tendría que estar a sus 103 años entre algodones, querida, amada y adorada”, expresa.