La comedia «Fondeados» se estrena el viernes vía streaming, protagonizada por Ricardo Polanco y Aldo Escalante
Hace 15 años Fabrizio Santini prestó su voz a Leo San Juan en la animación «La leyenda de la nahuala», ahora en vivo y a todo color, se ha convertido en un hombre dedicado a vender estimulantes cerebrales que en EU son ilegales, pero no en México.
Eso lo hace dentro de la ficción «Fondeados», comedia que se estrena el viernes vía streaming, protagonizada por Ricardo Polanco y Aldo Escalante.
La historia sigue a dos llamados «ninis», personas que ni estudian ni trabajan, quienes un día precisamente por tomar una sustancia extraña, crean una app la cual recibe dinero por una gran empresa, comenzando así la comedia.
«Mi personaje es extremadamente seguro de si, un animal social que convierte a su círculo social en trabajo y capitalizándolo en dinero. Tiene tinstes de disparate, tiene facetas en que a veces lo ves arriba y otras, abajo», cuenta.
Fondeados, dirigida por Marcos Bucay, fue de los proyectos que tuvieron que detenerse a mitad de su rodaje, por la pandemia de Covid-19. En su caso regresaron casi medio año después para terminarla y poder ser estrenada en Blim
«Gané siete kilos de pura panza, esperemos que no se note», revela divertido.
Santini, quien también ha dado voz a Salim adolescente en «Quisiera ser millonario», a Pugg en «El muñeco diabólico» y a Roger en «La brújula dorada», siempre se ha sentido atraído por la comedia.
En estos momentos se encuentra grabando las temporadas 2 y 3 de «Cómo sobrevivir soltero», al lado de Sebastián Zurita.
Antes en cine fue coestelar en Sopladora de hojas y ha estado con papeles serios en «Narcos: México», «La bandida» y «Run coyote run».
«Siempre he querido hacer comedia en todas sus formas, siempre me he enfocado en ella y la vida me ha llevado hacia esos proyectos», comenta.
Sobre «Cómo sobrevivir soltero» sólo puede decir que llegará más grande en humor. Tres episodios han sido dirigidos por la dupla de Sebastián y Emiliano Zurita.
«Mientras los directores Marcus Bucay y Noé Santillán-López sueltan más responsabilidad al actor, los Zurita no tanto y no lo digo como algo malo, sino que ellos me quitan el estrés al decirme exactamente qué hacer.
«Tengo la maña o tendencia constante de cambiar los textos y hacerlos para que me hagan más sentido y naturalidad y los Zurita no permiten tanto eso, lo cual también me gusta por la seguridad con que piden», cuenta.