Durante la pandemia la cantante se convirtió casi en una doctora, con un negocio alterno que la ayudó a sobrevivir
Ser artista independiente es algo a lo que Ely Guerra no piensa renunciar, aunque ello signifique un esfuerzo mayor para sobrevivir en la música. La cantante acepta que la pandemia significó un reto mayor para ella pues su principal fuente de trabajo, los conciertos, desaparecieron, pero se refugió en otra de sus pasiones que la hizo sentir casi como una doctora frente a sus fans: crear fragancias.
A través de su página oficial vende fragancias personalizadas que crea en el laboratorio de su casa basada en los aromas que representan a cada uno de sus clientes. Ella misma tiene su propio aroma único.
“Es como dar citas médicas casi casi, era súper bonito tener esta comunicación en la que alguien pueda entender los aromas desde la poesía y no precisamente desde el olfato porque estábamos a distancia entonces las personas no iban a poder oler lo que iban a recibir”, dijo Guerra.
“Tuve la oportunidad de estar más cerca de mis fans, de familia y amigos… ha sido pesado porque es estar de pie en el laboratorio y en constante comunicación a larga distancia, fue un tiempo de mucho trabajo, pero de mucha alegría porque pude llevarles a otros algo positivo desde mi creatividad”, agregó.
Esta práctica también la inspiró para seguir creando música, es algo que ha hacía antes aunque nunca le había dedicado tanto tiempo como en el confinamiento.
“Un espacio inspira al otro, muchas veces no escucho música y creo que los aromas han sido la verdadera fuente de inspiración en momentos importantes para escribir, es algo de lo que he venido echado mano, hacer perfumes es como hacer una canción, es igual de sincero y a veces gusta y a veces no, porque la gente se acerca a estas canciones desde su propia personalidad”.
La músico mexicana estuvo presente en el último Vive Latino que sucedió antes de la pandemia, en marzo del 2019 y regresó a los escenarios a principios de noviembre del 2021 para un par de festivales, entre ellos Pa’l Norte, donde sintió que la seguridad sanitaria, entre ellas pruebas Covid, fueron óptimas y demostraron que ya es momento de regresar a los conciertos de forma presencial.
“Lo que se está haciendo es crear movimiento para que todos sintamos que podemos volver a vernos en circunstancias plenas de cuidado y que va a haber contagios no solamente en un recinto o en un festival, sino también en el supermercado, en las escuelas, en el turismo, es una circunstancia que debemos enfrentar con madurez y sentirnos capaces de cuidar al otro y cuidarnos a nosotros mismos”, consideró.
El próximo 3 de diciembre se presentará en un concierto íntimo llamado “A voz y guitarra” en el Salón La Maraka, de la Ciudad de México. Donde cantará sus éxitos en una noche bohemia donde sólo se permitirá el ingreso a 600 personas de las mil quinientas para las que tiene capacidad el recinto, con la intención de priorizar la sana distancia.
“Siento que el repertorio tiene que obedecer a esas pocas personas que vamos a estar presentes como si estuviera en la sala de su casa y me prestaran una guitarra, conviviendo con las canciones que realmente han producido algo en su vida que te los han acompañado, estoy moviendo incluso algunas cosas por los mensajes que he leído en mis redes sociales, trataré de tomarlos todos en cuenta”.