El locutor Gustavo Alvite, quien sostuvo una relación amistosa desde hace más de 50 años con el cantante, aseguró en su cuenta de Facebook que los intereses ganaron a los cariños
La familia de Vicente Fernández mintió sobre su fecha de muerte, oficialmente ocurrida el domingo pasado, de acuerdo con un amigo del Charro de Huentitán.
El locutor Gustavo Alvite, quien sostuvo una relación amistosa desde hace más de 50 años con el cantante, aseguró en su cuenta de Facebook que los intereses ganaron a los cariños.
“La teatralidad y el sensacionalismo con que la familia maneja la situación al grado de mentir en la fecha para “que impacte más”, me “pega” en el ánimo. Pienso que mi amigo no lo hubiera aceptado ni lo merece. Pero hace algunos años que él ya no decidía por los graves problemas de salud que lo obligaron al retiro digno”, escribió.
Alvite apuntó que el cantante de “Mujeres divinas” y “Las arracadas” ya había satisfecho y desbordado sus sueños y su fortuna, pero tenía una gran necesidad del reconocimiento de aquellos por los que se partió el alma cantando.
“Ya no quería riqueza. Necesitaba el calor de la familia que dejaba largo tiempo por su oficio. Su proximidad. Quería ser el “Tata”. Pero entonces la fortuna ya se había apropiado de las voluntades… y los intereses ganaron a los cariños. No pudo culminar el éxito su intención primigenia: familia, fortuna y paz”, redactó.
Recordó que en su momento le ordenaron al asistente de Fernández ya no pasarle llamadas. Por lo que la relación se truncó.
“Tavo, ya no quiero salir a un escenario porque me da pena- me dijo la última vez que lo ví. Cuanta admiración, ¡todavía más!, sentí por él. Yo viví sus encierros antes de las actuaciones importantes.
“Su imagen, su voz y el respeto por la gente eran los tres puntos que soportaron su integridad artística. Le ordenaron a Juan José su asistente que no me lo pasaran en el celular. Lo aislaron. Decidieron desde entonces por él. Ya no nos comunicamos más”, expuso.
Y si ya no fue a buscarlo, precisó, fue para evitar altercados con la familia, como ya había ocurrido con Gerardo, hijo de Chente.
Recordó que hace dos meses lo buscó Olga Wornat para hablar del libro «El último rey», biografía no autorizada de su amigo, a lo cual se negó.
“Así de plano, sin decirme cómo había conseguido mi celular, como si fuera una obligación. Yo sabía de ella y sus libros, todos en torno al escándalo de diversos personajes políticos y artísticos”, detalló.