– El egresado del Centro Univesitario de Estudios Cinematográficos, de 63 años, comenzó su carrera profesional en 1985, durante la cual llegó a tener películas en festivales de Rusia, Colombia y Guadalajara
Christian González, considerado el rey del videohome porque llegaba a filmar más de diez en un año, estando atrás de títulos como «La cumbia asesina» y «Thanatos», falleció ayer.
El egresado del Centro Univesitario de Estudios Cinematográficos, de 63 años, comenzó su carrera profesional en 1985, durante la cual llegó a tener películas en festivales de Rusia, Colombia y Guadalajara.
«24 cuadros de terror», estrenada en 2008, estuvo medio año en cines de municipios conurbados como Valle de Chalco, destronando a filmes hollywoodenses.
«Se nos fue un loco, un mago talentoso del cine mexicano», escribió el realizador Ulises Guzmán en la cuenta de facebook de González.
«Lamentamos el deceso del compañero y se une al luto que ambarga a su familia, amigos y compañeros», informó por su parte la Sociedad Mexicana de Directores Realizadores de Obras Audiovisuales.
Luis Christian González Monfín estudió primero economía, carrera que abandonó para dedicarse al cine, algo que desde adolescente pensaba gracias a una cámara de 8 mm con la que se divertía filmando.
Los videohomes son producciones que en los 90’s e inicios de este siglo tuvieron gran auge, pues eran historias que se filmaban en una semana a bajo presupuesto, con altas ventas en México y EU
«Usted está muy loco», escuchó Christian de Alberto Mariscal, director de «El Tunco Maclovio», cuando comenzaba su carrera.
González Monfín optó por hacer películas con historias de clase media, utilizando a personajes como sexoservidores, agentes judiciales y ladrones como protagonistas.
«Sé que es el público que me ve», dijo en alguna ocasión.
«Hay tres películas a las que tengo mucho cariño: La cumbia asesina, un clásico del videhoe, que enseñó a quitarme los falsos pudores, pues yo veía del CUEC y yo deseba hacer una película de carne, huesos, sangre, sudor y lágrimas», recordó cuando recibió la medalla de 25 años de carrera por parte de la Sociedad de Directores.
«Shibari», del 2000, lo salvó de una bache cinematográfico, apuntó. En ese entonces fue descubierto por jóvenes críticos que comenzaron a revalorar su obra.
«Me abrió horizontes y demostró que yo podía hacer otro tipo de cine. Luego 24 cuadros de terror es una película con influencia italiana, argentosa (de Darío Argento, Suspiria)», recordó.
Uno de los consejos que más recordaba, de acuerdo con el Diccionario de Directores del Cine Mexicano, fue el que recibió por parte del cineasta Alejandro Galindo.
«Si usted es director de cine, filme, filme y filme, porque director de cine que no filma vale pa’ pura chingada», apuntó.