– A sus 45 años, la venezolana considera que se ha ganado al público tal y como es
La actuación, asegura Alicia Machado, la ha ido alejando de la egolatría y de tener el cuerpo perfecto, que de alguna manera tuvo luego de ser coronada como Miss Universo en 1996.
A sus 45 años, la venezolana considera que se ha ganado al público como es, recordando su etapa de sobrepeso cercano a los 20 kilos, poco después de obtener el cetro del concurso que lideraba Donald Trump, expresidente de EU.
«Es una realidad (el sentimiento ególatra), pero al convertirme en actriz, con cada año que pasa, voy creciendo y me he ido alejando de esa vanidad que no me hace nada bien y no me hará bien envejecer con ese fantasma en mi vida.
«La gente me quiere, me la gané gorda (risas), así que como esté, no me va a afectar. Me siento libre emocionalmente para vivir mi carrera y seguir así», dice.
Proyecto con mujeres
La semana pasada Machado concluyó el rodaje de la comedia con humor negro «Killer Babes», compartiendo créditos con Lucía Méndez, Itatí Cantoral y Patricia Manterola, como mujeres que quieren asesinar a su pareja.
En la ópera prima de Magaby García, la sudamericana interpreta a una mujer con poder económico, pero estafada por su marido, por lo cual decide deshacerse de él.
A pregunta expresa, Machado reconoce que ha sufrido violencia en su vida laboral, pero nada que no hayan experimentado el sector femenino en distintas facetas.
«Desde que nacemos somos maltratadas y a todas eso nos debe empatizar y unirnos de una buena vez, para ayudarnos, como ocurre en la película», comenta.
«Para mi, los primeros diez años de mi carrera fueron terribles en el sentido de que la Miss Universo (era considerada) no tiene talento para nada, no tiene capacidad para nada y, con todo respeto, en mi época, la Miss Universo era tener Síndrome de Down y hablaban delante de mí como si fuera un pedazo de mueble, donde no se tiene derecho a nada», recuerda.
Destaca que ha tenido compañeros actores agresivos y acosadores. En términos generales, ha podido enfrentar todo porque sus padres le enseñaron que ella era quien ponía límites.
Su filmografía incluye, en este siglo, telenovelas como «Amor sin maquillaje», «Hasta que el dinero no separe», «Una familia con suerte» y «Lo imperdonable».
«Puede sonar mamón que yo lo digo, pero nunca compito contra mujeres; lo hice una sola vez y gané. Y me juré a mi misma que tenía que ser empática y a cada proyecto que llego, busco la forma de llevarme bien con todos. He tenido mucha suerte en este negocio», concluye.