– En 2016, la celebridad fue atada y amordazada por un grupo de criminales conocidos como «los ladrones abuelos»
Hace seis años, Kim Kardashian fue atada y amordazada en una habitación de hotel en París, por un grupo criminal denominado como “los abuelos ladrones” que hurtó 10 millones de dólares en joyas de la empresaria, incluido su anillo de bodas. Ahora, uno de los perpetradores profundizó en los detalles del robo, asegurando que no se siente culpable, ya que la celebridad presumía de una opulencia que a otras personas les puede parecer provocativa.
Yunis Abbas, que estuvo en prisión 22 meses luego de cometer el delito, habló con “VICE News” de los pormenores que rodearon al robo ocurrido en 2016, cuando Kim y sus hermanas, Kourtney y Kloé habían viajado a la región europea. A pesar de pasar casi dos años encarcelado, el hombre indicó que no se sentía culpable por lo que había hecho y, en cambio, culpó a la socialite por “alardear” de los bienes que es acreedora en las redes sociales.
“Como ella estaba tirando el dinero, yo estaba allí para recogerlo, y eso fue todo. ¿Culpable? No, no me importa”, dijo Abbas. También confió que nunca había prestado mucha atención a Kim, hasta que un día vio uno de los episodios de “Keeping up with the Kardashians”, donde la celebridad pierde uno de sus pendientes de diamantes, valuado en 75 mil dólares, luego de nadar en una de las pequeñas islas de Bora Bora. “Pensé: ´Ella tiene mucho dinero. A esta señora no le importa nada´», justificó.
Yunis expresó que no fue muy difícil dar con las joyas de las que podían despojar a Kim, pues toda la información la sustrajeron de las redes sociales de la empresaria. Posteriormente, él y el resto de “abuelos ladrones” se enteraron de que la empresaria viajaría a la ciudad francesa con motivo de la Semana de la Moda de París, que se celebraría en octubre, por lo que se dieron a la tarea de investigar en qué hotel se hospedaría; el Hotel De Pourtales, ubicado en el distrito VIII, una de las zonas exclusivas de la región.
Abbas y sus secuaces -indicó- rodearon las inmediaciones del hotel desde la media noche del día anterior, mientras esperaban el momento propicio para perpetuar el robo. Según recordó, las hermanas de Kim habían salido de la habitación, acompañadas por su guardaespaldas (Pascal Duvier), y la celebridad se quedó sola sin ningún apoyo de seguridad.
«Entramos por la puertecita que estaba abierta por dentro», dijo Abbas. “Tan pronto como entramos, tomamos el control del conserje. Lo dominamos, lo atamos; luego buscamos las llaves del dormitorio en el que se quedó”.
«Me quedé abajo, pero mis dos colegas subieron con el conserje para ir a la habitación de Madame Kardashian» -prosiguió Yunis- En ese momento, los “abuelos de ladrones”, todos con edades entre los 60 a 70 años, ataron, amordazaron y arrojaron a Kim en la bañera de la habitación, mientras lloraba “y suplicaba por su vida”.
Abbas también recordó que una asistente de Kim, que denominó como “su secretaria”, trató de ponerse en comunicación con una autoridad de seguridad, pero marcó al 911, pese a que se encontraban en Francia. “Lo que nos asustó, lo que les hizo perder mucho tiempo. Y cuando salimos, había un grupo de policías afuera que no sabían nada sobre el robo”, expuso.
Y aunque en el momento de la huida, Abbas dejó caer una cruz con incrustaciones de diamantes de 30 mil euros, aseguró que lo que verdaderamente provocó que fueran detenidos fue que dejó marcas de su ADN en el hombre de la recepción que habían atado. De esa manera –explicó- que la policía lo localizó, pues ya contaban con sus antecedentes. Luego de 22 meses en prisión, fue liberado por motivos de salud.
Al día de hoy, Abbas no se arrepiente de lo que hizo, pero sí exhortó a las celebridades a escuchar su consejo: «Deberían ser un poco menos llamativos con las personas que no pueden pagarlo, para algunas personas es provocativo”.
En lo que respecta a Kim ha declarado que, luego del robo en París, dejó de medir su valor como persona por las pertenencias que carga, por eso las joyas que utiliza en la actualidad son prestadas o falsas. «Es divertido vestirse bien y todo eso, pero las cosas no me hacen», dijo en un episodio de su reality, y también indicó que en su casa ya no guarda nada de valor. “No puedo dormir si tengo joyas en mi caja fuerte, o dinero, o cualquier cosa en mi casa. Simplemente no vivo mi vida así”.