– Aunque el hombre reconoce que el homicidio fue accidental, no justifica las acciones de Lyle.
Este pasado martes, la vida de Pablo Lyle cambió para siempre luego de que la corte de Miami lo declarara culpable del homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un hombre de 63 años que perdió la vida tras recibir un golpe por parte del actor.
Aunque la vida del actor de origen sinaloense ha quedado en pausa y será hasta finales de este mes cuando reciba su sentencia, tanto la fiscalía como la familia de la víctima han solicitado que sea castigado con la pena máxima, es decir, 15 años de prisión; por lo menos eso fue lo que dijo el hijastro de Hernández, Otto Aguilar, a su salida de la audiencia.
“Yo pienso que (la pena) debería ser lo máximo”, dijo en declaraciones retomadas por el programa Primer Impacto. “Pero que cumpla 10 años que cumpla yo voy a estar feliz, yo voy a estar contento. Yo sé que no lo hizo intencionalmente pero debe de cumplir”, agregó.
Aguilar reconoce que la muerte de su padrastro fue un accidente; sin embargo, deja claro que ni un episodio de ira, ni ningún otro motivo es suficiente para quitarle la vida a nadie: “él actuó muy agresivamente, sus acciones lo llevaron a esto, a ser condenado a estar preso, porque al final es un asesino; lo mató sin querer, pero fue un asesino”.
Por último, el hombre también habló que tras recibir el veredicto de culpabilidad su familia podrá empezar de nuevo a vivir, sobre todo su madre, la señora Mercedes Arce, quien era pareja sentimental de Hernández, pues a pesar de que nada le devolverá la vida, por fin pueden decir que se ha hecho justicia.
Mientras esto sucede, el protagonista de telenovelas como “Mi adorable maldición” y “ La sombra del pasado” ya fue trasladado a un centro penitenciario del condado de Miami, lugar en el que permanecerá hasta el próximo día 26, cuando le sea revelado su destino y lo trasladen a una prisión federal para cumplir con su sentencia.