– La joven intérprete de regional mexicano cantó «La Llorona» y «La Malagueña» en el miniconcierto que cerró la festividad de la capital en memoria de los muertos
Fueron menos de 20 minutos los que Ángela Aguilar estuvo en el escenario, pero logró darle un gran cierre al Desfile de Día de Muertos que se realizó este sábado en la Ciudad de México y que finalizó con un miniconcierto de la menor de la dinastía Aguilar, quien demostró que es una digna representante de la canción mexicana.
Eran las seis de la tarde y el Zócalo ya lucía prácticamente lleno, con familias completas, grupos de amigos y parejas, algunos disfrazados de catrinas, catrines, monstruos, entre otros personajes, que disfrutaban de las ofrendas y catrinas monumentales que rodean esta plaza, o bien dejaban jugar a los niños y niñas con las pelotas y globos que estaban vendiendo en el lugar en el poco espacio que había, mientras el desfile que salió de la Estela de Luz llegaba al Zócalo.
Eran las 19:45 horas, cuando en el sonido local se anunció la llegada del desfile a la Plaza de la Constitución, justo cuando los primeros carros alegóricos entraban por el lado de la Catedral Metropolitana.
Esqueletos bailarines, xoloescuntles, muertes aladas, un carrusel del inframundo, entre otras figuras se podían ver tomando su lugar delante de Palacio Nacional y detrás del escenario donde minutos después se presentaría Ángela Aguilar, como acto final de esta celebración.
En el escenario comenzaron a colocar una escenografía con mucho color, con alebrijes, mariposas y flores, adornando una escalinata la cual estaba rematada con una puerta con la figura de lo que parecía ser un calendario azteca.
Media hora después de que comenzaron los preparativos, la gente que ya había abarrotado la Plaza de la Constitución, comenzó a desesperarse y chiflaba para presionar para que continuara este evento.
Treinta y nueve minutos después un conteo en retroceso en mexica, marco el inicio de esta presentación y cuando los fuegos artificiales explotaron Ángela apreció en el escenario, bajando esa escalinata luciendo un traje negro, cuyo faldón traía flores de cempasúchil fluorescentes y acompañada con un mariachi de 12 integrantes, comenzó a canta La Llorona; entonces los cientos de celulares que estaban cerca del escenario comenzaron a grabar su actuación.
“Buenas noches, qué orgullo estar aquí”, expresó Ángela a mitad de la canción.
De pronto La Malagueña comenzó a sonar, entonces la hija de Pepe Aguilar hizo una demostración de bien educada voz, al ejecutar los complicados falsetes que tiene este tema compuesto por Elpidio Ramírez y Pedro Galindo, y que Miguel Aceves Mejía hiciera famosa.
“¡Viva México! muchas gracias”, fue la forma en que Ángela se despidió del público, a pesar de que le pedían otra canción, entonces salió del escenario de la misma forma que entró, por la puerta de las mariposas, mientras los fuegos artificiales de nueva cuenta iluminaron la noche, y La Malagueña seguía sonando con el mariachi, causando expresiones de emoción entre la gente.
Ana, quien venía acompañada de sus tres hijos pequeños desde el Valle de Chalco, expresó que sí valió la pena el final del desfile, a pesar de que tuvieron que esperar mucho tiempo, aunque le hubiera gustado que Ángela Aguilar cantara al menos un tema más.
Lo mismo pensaron Andrés y Nicolás que vienen de Argentina y disfrutaron por primera vez la celebración del Día de Muertos, asegurando que aunque fueran sólo dos canciones pudieron disfrutar un poco de la música mexicana con Ángela, quedando encantados con su actuación.
Terminada esta celebración, la gente comenzó a pasear por los alrededores del Zócalo, para mirar de cerca y sacarse fotografías con los carros alegóricos y los globos aerostáticos en forma de calavera que se quedaron estacionados, teniendo como fondo la música de Mercedes Sosa, Óscar Chávez, Chavela Vargas, entre otras grandes figuras, que se escuchaban en el sonido local.