– La actriz es la protagonista de «The last thing he told me», serie en la que se replantea su rol respecto a la maternidad.
A través de la pantalla de Zoom, donde Jennifer Garner se reúne para hablar con la prensa internacional sobre su nueva serie, resulta evidente que la actriz ama a los niños.
Primero, por la emoción con la que platica sobre su faceta como madre, en la que ha educado a dos chicas, de 17 y 14 años, y un varón, de 11 años. Luego, porque mientras lo hace, se interrumpe para prestar atención y saludar a un pequeño, cuya vocecita se ha colado de entre el micrófono abierto de un periodista.
Pero la imagen que proyecta en su nueva serie, «The last thing he told me», es muy distinta a la de Jennifer, que mueve la mano y cambia su tono de voz para saludar al infante.
Interpreta a Hannah Hall, una mujer que debe forjar una relación con su hijastra de 16 años, llamada Bailey (Angourie Rice), mientras busca encontrar a su esposo Owen (Nikolaj Coster-Waldau), con quien recientemente se casó y desapareció misteriosamente.
“La relación con mis hijos adolescentes es totalmente diferente”, reconoce la actriz a EL UNIVERSAL.
“Tuve que borrar mi propia calidez y el afloramiento natural de criar a mis hijos todos los días desde que eran pequeños”, explica respecto a los hijos que tuvo con el actor Ben Affleck.
En la serie, que se estrena mañana por Apple Tv+, su personaje tiene un proceso diferente, pues la maternidad es algo que no parece percibir, por lo que debe trabajar esa relación con su hijastra, algo que incluso afectó el trato con la joven actriz que la interpreta, Angourie Rice.
“Fue complicado bajar el volumen en mi propio instinto maternal, porque sólo quería ser acogedora con Angourie, ella es tan encantadora que no pude evitar sentirme como, ‘esto va a ser fácil, sólo voy a jalarla’. Pero tuve que modificar esa actitud tan opuesta a cualquier instinto de Hanna”, detalla.
Actriz comprometida
La ganadora del Globo de Oro por «Alias», quien comenzó su carrera a mediados de los años 90, explica además que hoy, a sus 50 años y con casi 30 de carrera, se aproxima de forma diferente a los personajes, sin dejar la disciplina que la caracteriza.
“Cuando era joven, trabajando todo el tiempo, me importaba (lo que hacía), era disciplinada al respecto y trataba de dar lo mejor que podía pero actualmente me importa todavía más. No trabajo tanto, así que cuando lo hago siento que todo mi corazón está en ello”, indica.
Para hacer a Hannah, quien es además una artesana que está en la cúspide de su carrera como tornera de madera, se comprometió al punto de aprender manualidades y cambiar su voz.
“Me preparé por meses, aprendí a tornear la madera, lo hice cada sábado, cada domingo. Pensé que era lo más cool sobre Hannah: su tranquilidad, concentración”.
Garner aclara que de más joven nunca tuvo un coach de actuación, por lo que agradece que ahora ese trabajo lo haga Nancy Banks, quien ha dirigido a figuras como Margot Robbie, Jennifer Aniston y Jared Leto.
“Me preocupé a un nivel diferente, pensé: ‘¿cómo quiero que suene mi voz? Creo que ella (su personaje) tiene una voz más grave que la que yo tengo naturalmente, así quiero bajar el registro de mi voz’”, cuenta.
Al final, Garner considera que ha aprendido mucho de su personaje, tanto así, que puede sentir que ella misma transitó por un mundo poco conocido, algo que espera sientan los espectadores tras los siete episodios.
“Amé que Hannah aprende a creer en sus instintos, ser madre una fuerte; y eso es algo que muchas mujeres aprendemos conforme avanza la vida”, dice.