– El conductor reconoce que fue su obesidad la que le abrió las puertas de la TV.
Rafita Balderrama recuerda la época en que llegó a la CDMX y obtuvo el éxito, tras participar en «No manches», programa en el que confiesa que él, Omar Chaparro y Perico Padilla hacían «muchas locuras», pues fue en ese tiempo en que llegó a considerar la idea de ser sometido a una cirugía implantes de senos en búsqueda de llamar la atención del público y los medios, pues su productor, Memo del Bosque, llegó a ofrecerle 3 millones de pesos y una casa para que llevara a cabo este proceso estético, sin embargo, su esposa fue la responsable de persuadirlo de dicha decisión.
En una entrevista con Matilde Obregón, el famoso Rafita se sinceró con la periodista y reconoció que su obesidad fue uno de los motivos por los que pudo hacerse un lugar en la televisión, pues era identificado como «el gordito» que acompañaba a Omar Chaparro en sus sketches, sin embargo, los años de sobrepeso ya quedaron atrás pues, en la actualidad, el conductor reveló que ha llegado a perder 120 kilos, luego de someterse a un bypass gástrico en 2007.
De hecho, Balderrama confesó que fue cuando su esposa Magda Lozano se embarazó, en 2004, de su primogénito Gael Balderrama Lozano que comenzó a preocuparse por su salud, pues el originario de Chihuahua sabía que su hijo iba a querer jugar con su padre y no quería que su peso le impidiese compartir esos momentos a lado de su familia; en principio, perdió 75 kilos y progresivamente llegó a perder 120 kilos.
También reveló que aunque era consiente de que su obesidad ponía en riesgo su salud, tardó unos años en tomar la decisión de comenzar a cuidarse, pues ni cuando uno de sus mejores amigos; Erick Ochoa, perdió la vida a los 19 años por su sobrepeso reflexionó acerca de la gravedad que le genera su condición física, no fue sino hasta que se dio cuenta de lo importante que era estar al 100 por ciento para su familia que cambió sus hábitos alimenticios y su estilo de vida.
«Yo sabía que mi obesidad era mi herramienta para entrar (en la televisión)», destacó.
Aunque también reconoció que, pese a que padeció sobrepeso desde que era un bebé, pues al momento de nacer pesaba 5 kilos 600 gramos, aseguró que su facilidad de ganar kilos se debió a un trastorno alimenticio, pues desde que iba en la primaria fue a la escuela en el turno vespertino, por lo que se despertaba hasta al mediodía y hacía la comida más importante del día hasta la hora de cena y, automáticamente, se iba a dormir.
«Me sentaba a hacer mi comida fuerte, con sopa, con tortillas, con guisado, con todo y me acostaba, hacía todo al revés, no había forma de quemar esa energía», detalló.
Pero Rafita nunca se acomplejó por su complexión ni por los comentarios que le hacían referentes a su obesidad, debido a que su madre doña María Mercedes le enseñó que entre más se molestara por «la carilla» que le echaban, más seguirían afectándolo con apodos hirientes, por lo que aprendió a que se aprovecharía de su peso para encantar a las personas.
Fue así que comenzó a hacerse fama en Chihuahua, en donde trabajaba en medios locales, hasta que decidió viajar a la CDMX para probar suerte y obtuvo su primera oportunidad en MTV y, más tarde, se unió a la fila de conductores de Telehit, donde se reencontró con Omar Chaparraro y Perico Padilla para realizar el programa de «No manches», el cual fue producido y llevado a la televisión abierta, más tarde, por Memo del Bosque.
Fue en esa época que Rafita se hizo más conocido, pues demostraba que pese a su sobrepeso era muy «intrépido» y hasta participaba en carreras de varios kilómetros, por lo que se ganó el cariño del público. Fue en ese entonces que, una tarde, mientras su productor y sus compañeros del programa bromeaban, se plantearon la idea de qué ocurriría si Balderrama se pusiera implantes de senos, convirtiéndose en el primer hombre en México en tenerlos.
«Imagínese la nota ´El primer hombre en México con chic***´, ah caray, pues suena a toda ma*** y empezamos a platicar», recordó.
Así fue que del Bosque lo cuestionó que por cuánto dinero se sometería a esa cirugía estética, por lo que él respondió que 3 millones de pesos y, a los tres días, el productor le marcó diciéndole que estaba dispuesto a darle esa cantidad y una casa si se atrevía a implantarse senos, tan sólo por un mes, y aunque en principio dijo que sí, fue su esposa quien lo persuadió de no hacerlo, pues le dijo que su hijo crecería y viviría las consecuencias de ese error.
«Y es de las cosas que, ahorita, sin duda alguna, es algo de lo que me hubiera arrepentido muy cañón», consideró.
Y aunque Memo del Bosque se molestó cuando le dijo que había cambiado de opinión, asegura que estuvo muy orgulloso de trabajar a su lado, pues desde que era pequeño veía «El calabozo», y soñaba con trabajar en un programa así.