– El género dominado por las patadas y la explosión de autos registró las mayores cifras en México, seguido de la animación y la comedia
Al mexicano le gusta ver gente correr y estallar autos, pero también se fascina con personajes creados en computadora o lápiz y papel, así como con aquellos que lo hacen reír.
La acción, liderada por la más reciente entrega de «Rápidos y furiosos», es el género cinematográfico que más ven los mexicanos, seguido por la animación, que este año brincó con «Super Mario Bross», dejando en el tercer escalón a la comedia, en donde se ubica «Barbie».
Este año, el sector masculino representa 50.1% de asistencia, apenas por encima del femenino; mientras, el sector de edad que más acudió a salas es entre los 25 y 34 años, con 32% de boletos adquiridos.
Los adolescentes, de menos de 18, que aparentemente crecieron viendo cine en streaming, han regresado a las butacas, así sea para ver las llamadas películas “evento”, que no pueden dejar de ver para formar parte de su comunidad.
En este 2023 representan 8% de asistencia, un punto porcentual más que en 2022.
Todo esto de acuerdo con Comscore, compañía que contabiliza datos de audiencia de cine, servicios OTT y tv lineal digital, a fin de saber el comportamiento de los usuarios en múltiples pantallas.
“Las películas de acción son amigables en términos de contenido para la familia, los papás sienten que pueden llevar a sus hijos sin ningún problema a ver la película al cine”, dice Luis Vargas, vicepresidente de LATAM Comscore.
“Hay que aclarar que lo que se ve hoy no necesariamente es lo que se verá mañana pero ahora la acción depende fuertemente de que han sido grandes títulos los que se han colocado, definitivamente es una tendencia, es lo que más se consume en el país”, agrega.
Sobre la animación, segundo género más visto, explica que se debe a que va muy de la mano de la familia.
Lo visto en México no dista mucho de otros países, de acuerdo con Comscore.
En Estados Unidos y Alemania, por ejemplo, también se consumen acción, animación y comedia, a diferencia de Francia, donde la comedia salta del tercer sitio al primero.
Dentro de la propia República mexicana la tendencia es similar con los tres géneros ya mencionados, sólo en el norte la comedia deja su lugar al terror, que en términos globales ocupa el cuarto escalafón.
“Las personas que tienen entre 18 y 24 años son los que más lo consumen.
“México es uno de los tres países más importantes en el mundo en términos de ingresos y asistencia para ese género, pero no es cualquier tipo, pues habría que matizar que no buscan el de un asesino serial, sino sobre todo el sobrenatural en donde hay espíritus y fantasmas, que, estoy seguro, tiene que ver con un aspecto cultural”, explica Luis Vargas.
El drama es el quinto género preferido por el público, dejando al musical en sexto sitio.
Los conciertos se encuentran en la novena posición.
“Hoy es muy delicado cómo manejar esto sin caer en una falsedad o un antagonismo, pues se tiene cruces de género. Hay ciertas películas de superhéroes, no todas, pero sí como la de Flash, que tiene acción, pero también comedia.
“La comedia es muy importante históricamente para el país, siempre ha sido uno de los tres géneros más importantes. El drama es el quinto, con más espacio hoy, pero muchas veces lleva comedia y tenemos por ejemplo que la película mexicana más taquillera en la historia, que es No se aceptan devoluciones, una obra que maneja muy bien ambos. Lo que hacemos es ver cuál género es el dominante y así lo tomamos”, explica.
Superada crisis
La recaudación en taquilla, asegura Vargas, se ha recuperado a niveles previos a la pandemia.
Hasta septiembre se contabilizaron 16 mil millones de pesos, promedio similar al observado entre 2015 y 2019.
“Estadísticamente es un error medir año contra año, porque depende de factores como los títulos que hubo, y menos hacerlo contra tu año pico (de más alta recaudación). Lo que recomendamos es ver cinco años y con ello vemos que ya no hay crisis, está (el cine) de regreso”, apunta.
“La venta de boletos es otro rollo, también ha crecido. Estimo que cerraremos (2023) con 233 millones de boletos vendidos, nada mal, cuando el promedio era de 250 millones. Para el próximo año sí veo un alza importante a 260 millones”, prevé el ejecutivo.