– El rapero se hunde tras más de 120 denuncias en su contra por abuso y acoso sexual durante sus fiestas
La violencia ejercida por el productor y rapero Sean Diddy Combs contra su entonces pareja Cassie Ventura en 2016, cuyo video salió a la luz por una denuncia en noviembre de 2023, es sólo la punta del iceberg de una serie de presuntos delitos por los cuales hoy se acusa al también empresario, en la corte de Nueva York. Joi Dickerson y Rodney Lil Rod Jones, exproductor de Diddy, presentaron dos demandas más posteriores a las de Cassie. Una de ellas, la de Joi Dickerson, por abuso sexual, sufrido en la década de 1990, y la otra por acoso sexual.
Las demandas han aumentado hasta agosto de este año, escalando a más de 120 en contra del rapero, por violaciones y abusos sexuales, que sugieren una red de trata que era impulsada por las empresas de Combs como Bad Boy Entertainment, su casa productora, y mantenida por una serie de extorsiones a distintos famosos.
Las extorsiones nacían en fiestas organizadas por Combs donde éste filmaba a personalidades teniendo relaciones sexuales para posteriormente extorsionarlas. Todas derivaron en redada policial realizada en septiembre en las propiedades y estudios del productor Sean Diddy Combs en Nueva York, donde se presume la policía incautó todo tipo de materiales y archivos que podrían destapar toda la red del productor una vez que comience el juicio el 5 de mayo de 2025.
Consecuencias de imagen pública
Las expectativas por este caso son altas, pues existen diversos nombres de artistas relacionados a Combs, o que asistieron a sus fiestas al menos en una ocasión, como Cuba Gooding Jr, Usher, Kanye West e, incluso, Justin Bieber, artistas con los que también colaboró Sean Combs en algún momento.
Estas relaciones podrían revelar una serie de involucrados, y cambiar la imagen de toda una industria, detalla el experto en imagen pública Álvaro Gordoa, rector del Colegio de Imagen Pública. “La imagen de Combs actualmente está pulverizada, con todas las demandas y enfrentando un juicio, ya no puede existir un manejo de crisis, porque de un golpe mediático tan grande no es posible que se levante aunque esté tratando de hacerlo con sus abogados a base de comunicados. “Hablando de otras personalidades, entramos al terreno de la especulación, pues dependiendo en qué grado la personalidad se encuentre relacionada al caso de Combs incluso puede comenzar a blindarse desde ahora, para que su imagen no salga lastimada”.
Una de las maneras en las que, de acuerdo con Gordoa, los artistas involucrados pueden cuidar su imagen si asistieron al menos a una fiesta de Combs es condenando las acciones del productor, emitiendo comunicados que los deslindan de cualquier responsabilidad ilícita. Pero si durante el caso salen nombres involucrados, es posible que su imagen se hunda junto a la de Combs. “Esto cambiará la percepción de su música, e incluso de la música que produjo con otros artistas, y hará reflexionar a los fanáticos para alejarse de su fanatismo hacia estos personajes”.
Consecuencias a nivel legal
Si bien las consecuencias legales están llegando al productor, este proceso impactará, afirma el especialista Sebatián Montaño, abogado magister en Propiedad Intelectual, socio de la firma Destra Entertainment Lawyers, especializada en manejo de temas legales de la industria musical.
“Puede ser que a partir de ahora las disqueras tomen más precauciones al momento de firmar un proyecto con un productor o con un artista, y entonces hagan investigaciones preliminares, pidan antecedentes penales y tengan más cautela y vean su historial reputacional. Antes de firmar veríamos i hay un cambio, y después de la firma, en temas de terminación anticipada y obligaciones de los artistas si seguiría igual”.
En cuanto a las regalías de Combs, como actualmente son manejadas por èl mismo, seguiría percibiendolas, asegura Montaño, pero las consecuencias a su imagen no le permitiría ofrecer ningún servicio a futuro.
“En cuanto a los acuerdos de distribución se deberá revisar qué parte del catálogo musical del artista es de su propiedad donde él mismo pueda distribuirlo. Si él es el propietario podríamos igualmente estar inmersos en una terminación anticipada del contrato de manera unilateral.
“En cuanto a sus regalías futuras, podrían seguir llegando, y dada la magnitud del caso podría su catálogo aumentar en reproducciones y usos por lo que los montos de dinero podrían aumentar. No obstante, dadas las polémicas actuales seguramente ninguna empresa querrá contar con sus servicios a futuro”, señala.
Algunas disqueras que distribuyen la música del artista pueden ocupar cláusulas para terminar relaciones con sus artistas y podrían también volverse más rigurosas para no verse inmersas en este tipo de casos como los de Combs.
“Normalmente estas cláusulas hacen referencia a temas reputacionales. Muchas veces impide que los artistas consuman sustancias prohibidas, participen de actividades ilícitas… El incumplimiento de esto puede llevar a que las empresas sancionen, demanden o terminen contratos”.