– El rapero ofreció un show imponente y rítmico de 13 minutos en el medio tiempo del Super Bowl, con un repaso de sus éxitos, pero que hizo dudar a la afición
Energía, hip hop y un desplante de flow son las palabras que describieron el espectáculo de medio tiempo que orquestó el rapero Kendrick Lamar en el Caesars Superdome.
El espectáculo otorgó un toque imponente, rítmico y cautivador al Super Bowl LIX que se vivió en Nueva Orleans, pero no terminó de convencer a los asistentes.
Kendrick Lamar Duckworth, quien protagonizó el Halftime Show del partido entre Chiefs de Kansas City contra los Eagles de Filadelfia, es un artista con 24 años de trayectoria en los que ha recibido distintos galardones, entre los que destaca dos veces el Video del Año por parte de MTV (uno en 2017), un Pulitzer, cinco Billboards y varios Discos de Platino.
También es de los más destacados en el gremio tras ser el rapero con más reconocimientos en una de las ceremonias más importantes del género, el Black Entertainment Television (por sus siglas, BET) Hip Hop Awards, con un total de 37 premios.
En cuatro escenarios distintos, un triángulo, un círculo, una equis y un camino que emulaba una calle oscura con faros en las esquinas, apareció K-Dot sobre un auto clásico color negro, con jeans acampanados y chamarra azul, rodeado de bailarines con indumentaria blanca y negra.
Sonó Squabble y el beat hizo vibrar el estadio, las paredes retumbaban y los aficionados de los Chiefs y los Eagles se dejaban llevar por el ritmo de la música, ese ritmo relajado y pegajoso que caracteriza el legado de “King Kendrick”.
Se sumaron más acompañantes en color azul y los bailarines emularon la bandera de Estados Unidos en varias ocasiones.
El nacido en Compton, California, interpretó “Humble”, una de las obras que más le han valido su éxito como rapero.
“Humble”, publicada en su disco DAMN en 2017, que habla sobre la importancia de mantenerse humilde aún en momentos de abundancia, ha sido reconocida como la única canción de rap en vender más de un millón de copias digitales.
El ganador de 22 premios Grammy bajó del escenario cuadrado y se desplazó a lo largo de ese camino que aparentaba ser una calle para hacer sonar “Euphoria”, lanzada en 2024 y una de sus canciones más polémicas al ser una crítica al compartamiento de su rival, Drake.
La equis fue adornada con cristales rojos alrededor, en tanto el artista de 37 años cantaba “Peekaboo” y después ponía al público de pie con “Luther”, con la presencia de SZA, vestida de cuero color rojo y quien se colocaba en el círculo en un esquina del escenario.
Aparecieron bailarines vestidos de negro y realizaron su performance en las cuatro figuras, entonces Kendrick se colocó al centro de todo el escenario, rapeando, improvisando, entregando su mejor versión a los aficionados del Caesars Superdome.
Kendrick Lamar Duckworth culminó su presentación de 13 minutos trayéndonos al presente con “Not Like Us”, pieza capital de su álbum que le valió cinco Grammys la semana pasada.
Lefty Gunplay no se presentó en el show, pero aún así, Kendrick interpretó “TV Off”, del disco GNX.
En cambio, quienes sí acompañaron al rapero son Samuel L Jackson y Serena Williams.
Mientras tanto, desde la tribuna, donde siguió el partido apoyando a su novio, el jugador que con los Chiefs de Kansas City Chiefs era derrotado dramáticamente ante las Águilas de Philadelphia, la cantante Taylor Swift era abucheada cuando la enfocaron.