La actriz confía que se sintió incómoda, por sentirse parte de la polémica que el actor vivió con Irina Baeva.
Cecilia Galliano reconoce que la amistad que sembró con Gabriel Soto, mientras él se separaba de Irina Baeva, la puso bajo el escrutinio público como nunca antes, sensación que no le gustó, pues afirmó que se ha dado a conocer por ser una persona que no se inmiscuye en polémicas.
Hace medio año, Gerardo Quiroz presentó «El precio de la fama», obra protagonizada por Cecilia Galliano y Gabriel Soto; basados en la realidad, los actores rememoraban, con cierta ficción de por medio, algunos de los pasajes más escándalos que habían enfrentado a lo largo de su carrera.
Al poco tiempo, una revista de circulación nacional publicó una serie de fotografías en que parecía que Cecilia y Gabriel atravesaban un romance, sin embargo, al poco tiempo, el productor de la obra salió a desmentir el trascendió, aseverando que se había tratado de una estrategia publicitaria para difundir la puesta en escena.
Esa aclaración no acabó con los rumores, que se acrecentaron cuando el actor confirmó, a través de un comunicado, que él e Irina había finalizado su relación de cinco años.
Galliano desmintió la noticia y aclaró que la confianza que existía entre ella y Soto se debía a que llevaban años de amistad, también aclaró que, por más que se siguiera especulando de ellos, seguirían siendo vistos juntos, sin embargo, de un momento a otro, dejaron de hablar uno del otro.
Soto hacía declaraciones a la prensa en que reconocía la equivocación que cometió, al negar que la ceremonia espiritual representaba una boda para él e Irina, y las apariciones con su ex volvieron a hacerse frecuentes, aunque en calidad de una amistad.
Desde ese momento, Galliano no volvió a hablar del tema, no fue sino hasta ahora, que confió a «Venga la alegría» el daño que le causó haber sido involucrada en el escándalo que se vio envuelta la expareja, por defender la amistad que la unía a Soto, pues confesó que se alejó de él para encontrar la paz.
«Entré en una cosa muy tóxica sin darme cuenta y por eso creo que tomé mi distancia», dijo.
La conductora de origen argentino afirmó que no le gustan las controversias, motivo por lo que no le pareció justo haberse involucrado en un problema mediático, que llevó a que se publicaran imágenes de su domicilio, debido a que Soto solía visitarla y acompañarla con frecuencia.
«No es mi estilo, no es mi onda, no soy una mujer que tengo amantes, que salgo con uno, que salgo con el otro y ya cuando pasó esto de que nos persiguieron, me siguieron a mi casa, ya no me gustó, entonces tomé mi distancia; tranquilos, cada uno por su lado, hagan lo que quieran, yo no juego en esto», precisó.
Firme, expresó que no le interesa saber si el actor aprovechó la amistad que sostenían para limpiar su imagen, tras la forma en que terminó con Baeva.
«No me interesa ninguna respuesta del otro lado… si le serví, está padre y, si no, también está bien, yo no cargo con mochilas».
Finalmente, dijo sentirse tranquila con el hecho de que ella fue leal con Soto.
«Yo sé lo que hice, yo sé como soy, yo me hago cargo de mis actos, no porque tú seas leal, la otra persona tiene que serlo, no porque tú seas fiel, la otra persona lo tiene que ser, creo que fue una montaña rusa que no es lo mío, pero bueno, está todo bien, todo pasa por algo, de todo yo aprendo», dijo convencida.
