Viva la farandula

La animación da una mirada al abandono

– Cynthia Fernández Trejo dirige El lenguaje de los pájaros, película que retratará temas como la ausencia de los padres con sus hijos; espera estrenar en 2025

 

La historia empezará con una niña que, junto con su mamá, llega a un pueblo donde no hay niños y los adultos están en una suerte de sueño que no les permite ver a ningún infante, así lo tengan enfrente.

Un día, la pequeña se da cuenta que en el bosque cercano hay una cueva y los niños viven ahí, tratando de esconderse de una criatura a la que le llaman Devorador.

Ese es el inicio de El lenguaje de los pájaroscinta de animación cuya producción arranca este mes, siendo la ópera prima de Cynthia Fernández Trejo.

La cosa es que estos niños no son lo que dicen ser”, adelanta la cineasta quien busca darle otro elemento al largometraje de corte fantástico.

El guión interpela a un público joven, pero no es exclusivo de él, hay capas para el público en general; hay por ejemplo el tema del abandono, la desaparición de niños, de nuevas familias, porque la niña tiene un padre ausente y una madre casi ausente”, añade.

El lenguaje de los pájaros está cerrando a los actores que darán vida a los personajes, teniendo por el momento a Regina Carrillo (voz de Elsa niña en Frozen y Manon en Miraculous: las aventuras de Ladybug) para el personaje central.

Para los escenarios, Fernández Trejo se inspiró en el desastre de Chernobyl, de donde son conocidas las fotografías de columpios desiertos, mostrando la falta de vida y el abandono.

Algo que también me ayudó a pensar para el pueblo fue El Oro (pueblo minero de Michoacán). Y el bosque es un bosque triste, como es el espacio míticamente de transición entre lo real y lo fantástico, donde está la cueva, donde surge la magia.

La película es, digamos en términos generales, fantasía, pero como subgénero tiene un poco de terror, hay momentos macabros, siniestros”, abunda Fernández Trejo.

David Flores, el productor, destaca que aún con el apoyo del Focine, fondo operado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), andan en busca de recursos financieros para completar la producción y así poder estrenarla en 2025.

Cuando he intentado hablar con otras personas para apoyo, siempre está el miedo a la animación porque de entrada es larga la producción y viéndolo como inversionista tus recursos no regresan rápido, pero creo hemos sido bastante beneficiados a diferencia de otros y creemos que la historia lo vale”.

Ahora, ya hay una treintena de personas trabajando en el proyecto cinematográfico.