– Destaca que la iniciativa se ocupa muy poco de la restauración y preservación del patrimonio cinematográfico y audiovisual mexicano
Integrantes del sector cinematográfico de la Secretaría de Cultura, encabezado por María Novaro, directora del Imcine, han levantado la voz contra una iniciativa de ley de cine que tentativamente sería votada mañana en el Senado.
El documento, ya reconocido por alguno de los firmantes y el cual circula en redes sociales y grupos de cineastas, figuran los nombres, además de Novaro, de Alejandro Pelayo, director de Cineteca Nacional; Alfredo Loaeza, responsable del Centro de Capacitación Cinematográfica; Lorenza Manrique, directora de Estudios Churubusco y Armando Casas, titular de Canal 22.
No se precisan si la iniciativa es la presentada por el senador morenista Ricardo Monreal o si se trata de otra.
«Deja de lado los avances a favor de la inclusión, la igualdad de género, y la creación cinematográfica de las personas, ya sea de manera individual o colectiva, así como los derechos de las audiencias y el crecimiento de modelos diversos de exhibición cinematográfica, más inclusivos y plurales», se lee en el texto que tiene como destinatario a la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, de las que los firmantes son miembros.
Destaca que la iniciativa no garantiza la continuidad de apoyos públicos al cine a través del nuevo programa de subsidios Fomento al Cine Mexicano (Focine).
Dicha figura apenas comenzó funciones en enero, en sustitución del Foprocine y Fidecine, que por 20 años incentivaron la realización de 700 largometrajes entre ficción y documental.
«Se sigue mencionando el capital de riesgo como la forma en que estos operaban siendo que en el nuevo esquema ya no se plantea una coproducción con el Estado. Tampoco se menciona que los Consejos Evaluadores formados por personas de la propia comunidad cinematográfica emitirán resultados vinculantes, y habla más de bien de evaluar a través de comisiones con «´participación ciudadana o excepcionalmente a través de mecanismos automáticos». Un retroceso grave», se lee.
Destaca que la iniciativa se ocupa muy poco de la restauración y preservación del patrimonio cinematográfico y audiovisual mexicano.
Y advierte que el término audiovisual en la iniciativa de ley carece de precisión.
«Incluye series y miniserires, lo cual regula los contenidos en internet sin un estudio mayor de los alcances y la adecuación con el principio de neutralidad de la red», se señala en el documento.
Pone atención a que se limitará al doblaje al 60%, pero atendiendo a las preferencias de las audiencias y a las regiones del país, por lo que se abre el camino, menciona el texto, para continuar con las prácticas actuales.
«No se refiere cabalmente a la multiculturalidad de México, ni a su pluralidad lingüística, y sigue utilizando conceptos obsoletos y vagos como el de dar atención a grupos minoritarios». Elimina el derecho de las audiencias con discapacidad», concluye.