– Irene Espitia dirige Monstruo de Xibalbá, película con diálogos en maya sobre un ermitaño que arroja niños a un cenote y que tratará temas como el abandono infantil y la madurez
En un pequeño pueblo de Yucatán, hay un ermitaño del que se rumora, arroja niños a un cenote, esos pozos de agua de gran profundidad, que se alimentan de la filtración de la lluvia.
Por fortuna, es sólo ficción y su historia, junto con la de un niño que intenta desentrañar el misterio, se contará en Monstruo de Xibalbá, ópera prima de Manuela Irene Espitia, cuyo rodaje arrancaría en el último bimestre del año.
El proyecto es el primero respaldado por la convocatoria Producción de Cine para las Infancias, del nuevo Fomento al Cine México (Focine), que recién dio a conocer los últimos resultados.
“Es una película de estas que se enfocan en la etapa de crecer, de esos pequeños eventos que nos van haciendo madurar; el protagonista es un niño que está completamente abandonado por su papás que están divorciados, entonces llegan las vacaciones de verano, nadie se quiere ocupar de él y lo mandan con su niñera maya. Ya en el pueblo conoce a unos niños que tienen miedo por este ermitaño”, cuenta la cineasta.
Monstruo de Xibalbá es un guión que Irene Espitia escribe desde hace una década. El reparto lo anda conformado porque el niño debe tener 10 años, una edad en la que en cuestión de meses se crece y eso dificulta la elección temprana.
La cinta tendrá diálogos en maya, para lo cual tuvo un traductor en la hechura del guión, pero la idea es tener infantes que sean bilingües, hablando también español.
“A Rogelio (nombre del personaje) los voy a buscar en escuelas, pequeños teatros, en los puestos de tortas, en todos lados”, apunta Espitia.
Para los pequeños
El cine hecho para niños y con protagonistas pequeños es algo poco frecuente en el cine mexicano. En los últimos 20 años apenas un puñado de historias lo han hecho así: Atlético San Pancho, Bacalar y Por mis bigotes son algunos de ellos.
“Cuando empecé a ver cine veía películas como Mi primer beso y me impresionaron mucho, fue mi primera aproximación al cine y cuando comencé interesarme más vi cosas como El globo blanco y 400 golpes, me impactaban las que tenían como protagonistas a niños y de ahí surgió mi interés por escribir”, cuenta.
Manuela Irene estudió en Centro, escuela en la Ciudad de México y en la London Films School obtuvo su maestría en guión. Su cortometraje Sol del llano, protagonizado por un niña, compitió en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2019.
Su papá vive en Yucatán, por lo cual conoce la cultura maya. Aprovechará propiedades de su familia y las zonas que ha pisado, para el rodaje.
Xibalba, en la mitología maya, hacía referencia a un inframundo del pueblo quitché o K’iche’, un lugar subterráneo y oscuro donde los héroes mayas Hunahpu y Xbalanque forjaron su leyenda. El pueblo creador del mito fueron los quitché.