La puesta en escena dirigida por Bertha Hiriart busca la inclusión de personas con albinismo
La dramaturga y directora Bertha Hiriart tenía la inquietud de abordar dos temas: a las personas con albinismo y todas las supersticiones que hay en torno a su condición que, muchas veces, provocan que se les discrimine, algo que ella vivió muy de cerca porque tiene un hermano con albinismo, así creó la puesta Ojos de nube.
“Es una obra de aventuras, pero relacionadas con estos problemas sociales. Yo creo en el poder de las historias, nada les gusta más a los niños que ver y escuchar una buena historia, que los toca, que los lleva a cuestionarse: ¿Yo qué haría? ¿Por qué esos niños hacen lo que hacen? Y a identificarse quizá con la protagonista”, dijo Hiriart sobre la puesta que se presenta sábado y domingo en el Teatro Helénico.
La historia versa sobre Yari, una niña con albinismo que se aísla con su madre adoptiva, Muma, y su conejo Félix, a causa del rechazo que experimenta en la escuela, ya que la consideran culpable de los cambios del clima.
Pero esto no apaga el ímpetu de la niña que vive feliz rodeada de libros y plantas; tema que también quiso destacar.
“No es una lección de biología o de ecología, eso se lo dejamos a la escuela, es un encuentro entre profesionales del teatro y público infantil; me gusta hablar con los niños para pensar juntos sobre lo que nos está ocurriendo”, explica Bertha Hiriart.