Para Penélope Cruz, quién interpreta a la esposa de uno de los infiltrados, filmar en Cuba fue increíble por la calidez de su gente, pero también algo que la inquietó mucho fue percibirla falta de libertad de las personas para expresarse, “durante el tiempo que estuvimos ahí yo no paré de hacer preguntas porque la gente es maravillosa pero también necesitaba información de ellos para entender a mi personaje Olga y sus decisiones porque yo no me identifico con ella porque es muy extremista y yo nunca he sido de extremos. Y era muy difícil recibir información concreta de la gente y que compartieran con nosotros cómo se sentían realmente con los cambios y con lo que han pasado en las últimas décadas. Es complicado y no siento que tengan una libertad muy grande a la hora de expresarse y eso es algo que me inquieta porque creo que en el 2019 en cualquier lugar del mundo las personas deberían sentirse libres para hablar”, afirmó la actriz.
Gael García le da vida a uno de los espías cubanos que luchan por desmantelar los ataques terroristas y por su lado explicó, “la película trata de un acto muy radical de amor porque no son espías que van a otro lugar a matar a alguien sino que están intentando evitar actos violentos. Hay algo único acerca de la historia real porque estas personas pasaron muchos años en la cárcel y la única razón es el amor porque fueron acusados de detener muertes, nunca se pudo demostrar que ellos mataran a nadie”, explicó García.