Viva la farandula

Alfredo Castro se convierte en un desalmado, exconvicto y buen amante en su próxima película

– El actor se convertirá en el abuelo de «El refugio», película dirigida por Pablo Fendrik

El chileno Alfredo Castro, conocido en México por sus personajes en las cintas «Museo» y «No», ahora es el abuelo de una familia integrada, entre otros, por Ana Claudia Talancón y Zuria Vega, quienes enfrentarán una invasión alienígena.

El andino forma parte de «El refugio«, una producción de ciencia ficción para StarzPlay, Pantaya, Fremantle y Fábula, esta última de los hermanos Juan de Dios y Pablo Larrain («Una mujer fantástica»), bajo la dirección de Pablo Fendrik.

«Es algo que viene de la naturaleza, pero desde afuera, de cualquier parte, de un inframundo y que no es un platillo volador», precisa Castro.

«Es una serie profunda, humana, que tiene que ver con el calentamiento global, con el fin del mundo al que lamentablemente estamos asistiendo», agrega.

El refugió se rodó el año pasado en Chile, pero un equipo mexicano, con elenco integrado además por Camila Valero, Gabriela Cartol, Paloma Woolrich y Alberto Guerra.

«El abuelo es muy amoroso, cálido, es el tronco de la familia y ahí está el desastre», comenta el actor de 65 años.

La relación de Castro con talento mexicano tiene historia; trabajó con Gael García Bernal en «No» y «Neruda»; con Leonardo Ortizgris en «Tengo miedo torero»; fue dirigido por Javier Patrón en la serie «Prófugos», mientras que «Desde allá», ganadora en Venecia, fue producida por Michel Franco, Gabriel Ripstein y Guillermo Arriaga.

«Soy un actor chileno que ha filmado en casi toda Iberoamérica, he trabajado en cintas coproducidas por varios países, imaginen lo hermoso que eso es», considera.

El domingo pasado Castro obtuvo el Premio Platino, que reconoce lo mejor del cine y las series iberoamericanas, en la categoría de Actor de Soporte por su trabajo en «Karnawal».

La película, que estaría llegando pronto a México, cuenta la historia de un joven bailarín cuyo futuro se ve comprometido por un padre exconvicto, que lo arrastra al mundo criminal.

«Es hermoso porque trabaja en contradicciones: debería ser un tipo detestable por ser un ladrón y delincuente, sin embargo, es un tipo al que decidimos armar muy gracioso, amoroso, buen padre y amante, pero finalmente un desalmado», apunta.