La pandemia y la cuarentena han sido etapas intensas para Angelique Boyer, quien se quedó con una telenovela a medias y ahora se ocupa en la cocina
Angelique Boyer apenas comenzaba a disfrutar de Elisa Cantú, su personaje en «Imperio de mentiras», cuando les ordenaron suspender las grabaciones por la cuarentena del Covid-19.
El estreno de esta producción sería el 4 de mayo, pero ahora todo se ha retrasado y reina la incertidumbre de cuándo volverán a retomar esta historia que ella protagoniza.
“Ya llevábamos cuatro semanas de rodaje y tratamos de estirar lo más que se pudo, los últimos días fueron súper intensos con todo lo que sucedía, por la información y por todas las fake news que había alrededor; ahora llevamos un mes detenidos, al parecer vamos a retomar hasta junio, es un stand by que no estamos acostumbrados a tener entre proyectos, ni siquiera vacaciones o fines de semana, esto es lo más extraño que me ha pasado en la carrera, no sé cómo será volver”, dijo.
Contó que Celia, su personaje, la tiene muy enamorada, ya que es la primera vez que se desprende de los tacones, la sensualidad, la debilidad o inocencia de otros de sus personajes.
“Es una heroína, no es policía pero juega a serlo, quiere solucionar el mundo, es arriesgada y normalmente me toca hacer a una mujer más delicada, a la protegida, con tacones, que jamás se pondría en una situación peligrosa y Elisa Cantú hace todo lo contrario. Nunca me había tocado interpretar a una mujer tan independiente, tan actual, que no está pensando en el matrimonio, ella tiene una pasión que es el arte prehispánico de México”.
En las cuatro semanas que pudo compartir con sus compañeros, quedó fascinada con el sentido del humor de sus compañeras, especialmente, de Leticia Calderón, Susana González y Alejandra Robles Gil.
“¡Leti es una botana!, no hay manera de tener seriedad con esa mujer, ella es muy disciplinada y excelente actriz pero es súper chistosa, siempre trata de darte réplica, es apapachadora, y Susana es súper linda. Nos reímos mucho, te puedo contar puras buenas anécdotas”.
Hasta ahora, estiman que volverán a grabar en junio, pero todo está en veremos, y la nueva fecha de estreno todavía no se sabe.
“Estrenábamos el 4 de mayo, teníamos nueve semanas de grabación antes de entrar al aire, pero cambió, tendremos dos meses de retraso, por eso entró la serie de Silvia”, compartió.
Se sentía mayor en TikTok
Como muchos actores han expresado esta cuarentena, para Angelique también ha sido todo un cambio de vida estar encerrada y convivir con su novio, Sebastián Rulli, 24 horas y todos los días, pero poco a poco lo van sobrellevando y entrar a Tik Tok los ha hecho divertirse y distraerse.
“Fue difícil entrar al Tik Tok, me negaba un poco porque es una plataforma para gente joven, niños de nueve años son los que están allí pero, como dices, la cuarentena nos obligó poquito, el hecho de que sea una plataforma entretenida, abarca sobre todo la comedia y en estos tiempos es lo que más necesitamos, sin perder de vista lo grave de la situación que vivimos”.
Junto a Sebastián, dice, también ha madurado como persona y ambos lo han hecho como pareja, y han comprendido que el respeto es una palabra clave.
“Desde que nos levantamos, la primera actividad es tender la cama, ordenar el cuarto, prepararnos para desayunar, nos hemos repartido las tareas, él hace la avena yo preparo lo huevos, él pone la mesa y yo limpio, y así la llevamos, poco a poco, entre corajes que de pronto hay porque a uno no le gusta lavar los platos o poner la mesa pero ni modo, nos aguantamos y entre eso de aguantar, madurar y respetar al otro”.
Aseguró que ella, una mujer hogareña que pasa muchas horas en set, se ha reapropiado de su casa, de su espacio, hace ejercicio desde casa, limpia su hogar y se siente en paz.
“He madurado muchísimo, el hecho de ocuparse de la casa es una labor que te hace echar raíces, me siento mucho más involucrada con mi pareja, con mi hogar, y ha sido un tiempo en el que hemos podido arreglar detalles que no habíamos visto”.
Tanto la familia de angelique como la de Sebastián se dedican a los restaurantes en Francia y en España, dos lugares fuertemente golpeados por el coronavirus.
Pese a estar lejos de ellos, la pareja trata de mantenerse en contacto, de reconfortarse e informarse respecto a cómo van las cosas.