Francis Ford Coppola aprovechó para señalar la relación entre los estudios de cine y los más jóvenes de su audiencia
Para Francis Ford Coppola es cosa seria que las nuevas generaciones tengan voz y voto en el andar mundial, especialmente los más jóvenes. El realizador tras los hilos de «El Padrino» (1972), celebró los 50 años del estreno del filme recordando también sus tiempos de rebelde en Hollywood, la misma semana que su filme y secuela «El Padrino: Parte II» (1974) tendrán un reestreno en salas de cine, con todo el esplendor de Dolby Vision.
Para marzo 22, justo para celebrar medio siglo de existir, las películas presumirán su versión 4K Full HD en toda plataforma digital para ser coleccionadas.
“‘El Padrino’ es una película de una familia, hecha por una familia. La verdad es que sigo sorprendido del éxito que ha tenido hasta nuestros días”, confesó Coppola de 82 años a EL UNIVERSAL. El escritor y director, obtuvo el Oscar de Mejor Guión Adaptado junto con el novelista Mario Puzo, cuyo best seller fue la base del filme que se volvería el más taquillero de su época, además de formar parte de la lista de las 10 mejores películas de todos los tiempos de críticos, cineastas y cinéfilos. El filme también obtuvo la estatuilla de la Academia de Mejor Actor (Marlon Brando) y Mejor Película.
El también realizador de «Apocalipsis Ahora», «La conversación» y «Bram Stocker: Drácula», aprovechó su celebración de «El Padrino» para señalar la relación entre los estudios de cine y los más jóvenes de su audiencia.
“En este momento, mi único lamento es que no incluimos a los jóvenes en la toma de decisiones, sólo les vendemos; pero no le preguntamos su opinión, no les damos el derecho a votar. En conjunto, entre más gente joven tenga el poder de decir algo, creo que traerían grandes respuestas. Ellos son maravillosos y son capaces. Si les damos grandes responsabilidades, nos mostrarían lo que pueden hacer”, enfatizó el realizador cuyos hijos, el productor Gian-Carlo Coppola (1963-1986), el director Roman Coppola y la escritora y directora Sophia Coppola son parte ya de la historia del Hollywood moderno.
Al lado de Coppola, su hermana Thalia Shire, también mostró el orgullo familiar y el cariño por el director que posee un viñedo en el norte de California. Ambos se abrazaron y dieron besos en las mejillas frente a las cámaras, curiosamente en el mismo terreno del estudio que los primeros días del rodaje de «El Padrino» hacía sentir a Francis que lo iba a despedir. Hoy Paramount presume a las cintas de Coppola como una de las joyas de la corona.
“Entre los momentos de frustración que sentí en esos días primeros de rodaje, mi paz e ilusión estaban los actores. Todos ellos con mucho talento, frescura y con mucho humor que aligeraban la tensión”, confesó Coppola, trayendo a la mente cómo Al Pacino y el mismo Marlon Brando, no eran opciones que el estudio recibió con alegría inicialmente.
El tiempo le dio la razón a Coppola y su hermana Talia, quien la noche del martes pudo reencontrarse con James Caan, con quien al igual que Pacino y John Cazale (1935-1978), conformaron los hermanos Corleone, también quiso manifestar su alegría en la noche de proyección en la sala principal de Paramount Studios.
“Es muy difícil hacer películas y es muy difícil hacer algo hermoso. Hace poco Francis estaba hablando que Buster Keaton se puso a experimentar en su cine, como también lo hizo Orson Welles. ‘El Padrino’ es una joya también, una obra maestra. Es mi opinión; pero yo sólo soy la hermana”, concluyó con sonrisa y orgullo Shire, antes de salir de su alfombra escarlata con letras doradas en el pasillo que señalaban el aniversario del filme cuya oferta pocos podrán rechazar.