Viola fue parte medular en la elección de la mexicana como directora de G20
Viola Davis brinca desde el techo de un elevador, pelea a mano limpia con un militar y corre si es necesario bajo las órdenes de una directora mexicana.
La ganadora del Oscar por «Barreras» y actriz en cintas como «Escuadrón suicida» e «Historias cruzadas», ahora encabeza una película de acción bajo la órdenes de la tapatía Patricia Riggen.
«G20«, película que ya está disponible en Prime Video, pone a Davis como presidenta de EU quien, junto con los mandatarios de las naciones más poderosos del orbe, son interrumpidos por un comando armado que desea apoderarse de la economía internacional.
“Viola venía de ‘La mujer rey (película) con gran preparación física y tiene brazos fuertes. Tenemos muchas escenas cercanas y tenía que estar ella haciendo las cosas. Ella es muy buena para los guamazos y para las armas, es muy convincente”, comenta Riggen.
´»G20″ es una cinta en la que Viola se involucró desde 2016 y fue parte medular en la elección de Riggen (Los 33 y La misma luna) como directora. La combinación es importante porque va contra la normalidad de la industria.
Según el informe de la Iniciativa de Inclusión Annenberg de la Universidad del Sur de California, las minorías negras, hispanas, asiáticas y otras no blancas representaron el 38.3 % de los personajes con diálogos en el cine.
Otro estudio señala que menos del 5% de todos los directores de cine más taquilleros de 2007 a 2022 eran hispanos o latinos y que menos del 1% de ellos eran mujeres.
“Lo que ha pasado es inédito, pionero, ya es algo, el que mujeres de dos minorías hayamos hecho algo así, ahora súmenle a eso el género de acción, que es tradicionalmente masculino”, expresa.
Anthony Starr como el antagónico, Anthony Anderson en el papel de esposo de la presidenta y Ramón Rodríguez en el de guardaespaldas, conforman el elenco.
“La razón por la que lo logré es por haber hecho Jack Ryan (serie) que explotó en el mundo; eso digamos que me calificó para ser una directora de acción; ya en la presentación visual (al estudio) batallé porque no hay referencias, estamos aún abriendo caminos y eso es importante para Viola”, recordó Riggen en su momento.
En el rodaje, la mexicana no notó diferencia entre la generalidad de sus películas y esta de acción.
“En el fondo es lo mismo, es lograr que esa persona que está frente a ti sea auténtica, que sea verdadero. Sí, que aquí haya cosas como helicópteros toma tiempo, pero es algo que queda fuera de mis manos y hay que esperar”, cuenta.
Riggen es, por ahora, la única cineasta mexicana, radicada en EU que allá trabaja. Para regresar a México no ha encontrado la historia idónea que la convenza.