Perdió la vida a los 80 años.
“El Chivo”, ese personaje que en compañía de “El Cofi” se pierde en la llanura de un deshuesadero al final de “Amores perros”, ha recibido en la eternidad a Emilio Echeverría, el actor que lo interpretó en el filme que revolucionó al cine nacional a principios de siglo.
Esta noche la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas informó del fallecimiento del histrión a los 80 años de edad, retirado del audiovisual desde hace casi una década.
Emilio, nacido en la capital mexicana, comenzó su carrera profesional no en la actuación, sino como contador donde se desempeñó por varios años en Televisa.
Fue cuando bordeaba su tercera década de vida que dio un gran vuelco a su existencia, cuando por saber contar chistes y ante la ausencia del actor de una compañía, fue llamado para una funciones. Pero en lo ensayos se dio cuenta que le gustaba el ponerse en los zapatos de otro.
Así, ingresó al grupo Circo, Maroma y Teatro, que le permitiría tener como profesores a José Luis Ibáñez y Otto Minera.
“Era contador de sol a sol y de pronto salía fascinado de esto”, recordó en una entrevista del programa “TAP”, con Oscar Uriel de Canal Once.
Pero fue hasta que tenía 43 años cuando entró al mundo del largometraje fílmico con “Intimidad”, de Dana Rotberg, a la que seguiría “Morir en el Golfo”, basada en la novela homónima de Héctor Aguilar Camín, donde tendría el papel de un hombre encargado de difundir secretos de la política mexicana.
Y en 1999 llegó el punto de quiebre a su carrera, al quedar en el elenco de “Amores perros”, de Alejandro González Iñárritu.
“Me mandaron el guión y lo leí, quería estar ahí, no sólo por el Chivo, sino por todo lo que ahí se contaba. Alejandro fue a mi oficina y luego confiesa que decía ¿el Director de Análisis e Información, ejecutivo de Televisa, podrá ser El Chivo?”, recordó en la emisión.
Después fue el general Antonio López de Santa Anna en “El Álamo”, un villano en “007: Otro día para morir” y el protagonista de “Memoria de mis putas tristes”, basada en la novela homónima de Gabriel García Márquez.
También fue el revolucionario Venustiano Carranza en la serie “El encanto del águila” y Fernando Gutiérrez Barrios, el político priísta, en “Colosio, el asesinato”.
Fue nominado en tres ocasiones al premio Ariel de la Academia, pero en el festival de cine de Chicago obtuvo el de Mejor Actor, al lado de Gael García Bernal, por “Amores perros”.
“Como actores somos las única fuente de posibilidades, si decimos que tenemos que dedicarnos a esto, tenemos que reconocer que en teoría podemos representar cualquiera de los extremos, del tipo más despreciable, asesino, desnaturalizado, hasta un santo”, expresaba.
Más de 40 producciones, entre series, películas y cortometrajes conforman su filmografía.