Viva la farandula

Famosos imparables a sus 90 años

– Ignacio López Tarso, Queta Lavat, Sergio Corona y Silvia Pinal, entre otros, son pilares en el medio del espectáculo que celebran nueve décadas de vida, abiertos a trabajar y experimentar con la tecnología

Hay figuras imborrables en la memoria de los mexicanos: pocos como Ignacio López Tarso, Queta Lavat, Sergio Corona y Silvia Pinal, quienes pertenecen a un grupo de artistas que acumulan más de 90 años de sabiduría y talento.

Nada los ha detenido, incursionan en plataformas como Facebook y TikTok, han escrito sus memorias y hasta protestan de no ser llamados por la industria a la que le han dedicado la vida.

Queta Lavat, por ejemplo, recuerda que cuando era niña no existían las licuadoras, mucho menos la posibilidad de hablar en vivo con gente que estaba del otro lado del mundo. A punto de cumplir 93 años (nació el 23 de febrero de 1929) se ha vuelto generadora de contenidos para TikTok, chatea, pero también ama el WhattsApp, la tecnología y las series que ve en plataformas digitales.

Nada que ver con la época en que iba a la Lotería Nacional a transmitir y actuar en directo las primeras telenovelas del país.

Imagínate, pasábamos en vivo el capítulo (de las novelas) desde la Lotería Nacional, era el piso 11, un estudio chiquitito, llegábamos un poquito antes de que empezara el capítulo con nuestro gancho de ropa, porque nada que nos daban ropa, y con nuestro papel medio sabido. Todo era de un día para otro, allí se pasaba en vivo la telenovela”, relata.

Así como ella, sus contemporáneos viven admirados de la transformación del mundo, pero no sólo eso, se han adaptado a su manera a la nueva época.

Para Ignacio López Tarso la pandemia significó algo terrible: dejar el teatro. Su amor por los escenarios hizo que de la mano de su hijo Juan Ignacio Aranda probara el teatro virtual y saturó la plataforma. También estrenó su Facebook y aunque él no sabe usar las redes, tiene hijos, nietos y bisnietos que le ayudan.

Del actor, que el 15 de enero cumplió 97 años, la gente dice cariñosamente que hizo trato con la muerte desde Macario (1960) y que por eso es tan longevo. Lo que padece en cuanto a la tecnología le sobra en salud y lo presume:

Estoy bien, camino, hablo, pienso, como, leo. Puedo hacer todo. No puedo brincar o correr muy rápido, ya no puedo hacer ciertas cosas de trabajo físico pero mentalmente estoy bien, tengo todavía buena memoria y puedo seguir trabajando”, señala.
Los smartphones, comparte, le han volado la cabeza.

El gran descubrimiento del siglo XXI es el celular. Me provoca una admiración enorme, ver un aparatito tan pequeño que cabe en cualquier parte, una mujer lo lleva tranquilamente en su bolso y allí tiene todo. Si tú le sabes preguntar a ese aparatito, te responde cualquier duda que puedas tener, allí está toda la música que se ha hecho en el mundo, los autores clásicos, los modernos, toda la literatura, es el mejor invento que se ha hecho en la historia del ser humano”.

Sin embargo, en su opinión el mejor invento de la humanidad también es su condena.

Lo malo es que allí mete su cuchara todo mundo y estás dándole vuelta a tus recuerdos, a tus fotos, y aparecen cosas muy desagradables, que meten otros. Lo que extraño es la conversación, ya la gente no platica, cada quien trae su aparato, cada quien lo saca, se ríe por su lado, trae su entretenimiento y su información en la bolsa. La plática de sobremesa que era muy cálida, sabrosa, constructiva, ya no existe”.


Mirada hacia el futuro

Sergio Corona, nacido el 7 de octubre de 1928, cumple 94 este año y lo hace en medio de las grabaciones de Como dice el dicho, unitario que ha estelarizado en los últimos años.

Al actor le ha tocado también grabar por Zoom por la pandemia y ahora ya lo está haciendo de manera presencial y con medidas de seguridad. En el encierro ha aprovechado para terminar de escribir su libro de memorias, que se titulará , Te invito a mi camerino, del que ya está en proceso de buscar fotografías y hacer el trato con una editorial.

Sobre el pasado, lo único que tiene en el corazón es el recuerdo de la gente a la que le ha tocado conocer, como Cantinflas, o el autógrafo que tiene de Chaplin y la historia de cómo lo consiguió (misma que contará en su libro), pero extrañar, nada.

No digo que ojalá todo fuera como antes, tenemos que adaptarnos a los adelantos, a los inventos, a las técnicas, a las escuelas de lo que hay ahora porque qué tantos cambios ha realizado el celular, ha habido muchas cosas, los satélites que han visitado otros planetas, lo que han encontrado en el fondo del mar, la forma en la que los automóviles ya no usan gasolina”, reflexiona.

En ese sentido tiene algo en común con Silvia Pinal, quien tampoco extraña el pasado. La actriz de 92 años ha sido un emblema no sólo en el cine, sino en el teatro y la televisión, protagonizando filmes como Viridiana y El ángel exterminador.

Silvia, que comenzó en el séptimo arte en 1949 con la película El pecado de Laura, atravesó problemas del corazón y también fue detectada con Covid-19 el año pasado, del que hoy se encuentra recuperada.

Me ha sorprendido tener la alegría y la vida para vivir la vida”, comenta.

Del mundo pasado no extraña mucho, por ejemplo nunca fue de enviar cartas: “era yo floja para escribir, siempre ponía lo mismo ‘querido mío, ya se me acabó la tinta, ahí te veo (risas)”.

Como ellos, hay otros artistas que están viviendo sus noventa, entre ellos la vedette Tongolele (90 años) y la actriz Elsa Aguirre, de 91, todos ellos dispuestos a retomar proyectos si se les invita y el confinamiento lo permite.

López Tarso dice que él, por lo menos, quiere vivir 100 años. Corona está contento trabajando, Queta desea seguir sorprendiendo a nuevas generaciones en redes sociales, mientras que Silvia Pinal, recuperada de salud, no descarta volver a los escenarios.

Todos con una constante: son artistas a quienes los años no los detiene, que han tenido el privilegio de ver cambiar al mundo, al que ellos han transformado con su arte.

Lo que extraño es la conversación, ya la gente no platica, cada quien trae su aparato (celular). La plática cálida de sobremesa ya no existe”
Ignacio López Tarso
Actor

INMERSOS EN las nuevas tecnologías

Queta Lavat recuerda que cuando era niña no existía la licuadora ni el horno de microondas.
A Sergio Corona le sorprende la forma en la que los automóviles ya no usan gasolina y los satélites en el espacio.
Ignacio López Tarso, quien se dice maravillado con los celulares, abrió su cuenta de Facebook en la pandemia.

CASI UN SIGLO DE CAMBIOS


En los años 20 y 30, cuando nacieron los artistas, se vivieron acontecimientos que cambiaron al mundo.

01 En 1920 inicia el movimiento no violento de Mahatma Gandhi por los derechos humanos en la India. En contra parte, Hitler funda el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. En México, asesinan a Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, figura de la Revolución Mexicana.

02 En 1929 se funda el Partido Nacional Revolucionario, antecesor del PRI y se vive La Gran Depresión, que comienza a finales de octubre de ese año, generando un impacto a nivel mundial. Hasta ahora, se conoce como la peor depresión económica por la que se ha pasado.

03 El 7 de septiembre de 1930 nace la XEW. Tan sólo dos años después se estrenó en México el que es considerado el primer filme sonoro, Santa, protagonizado por Lupita Tovar.

EL DATO

Con Macario, de Roberto Gavaldón, Ignacio López Tarso fue nominado al premio Oscar.

Silvia Pinal llegó a trabajar con Luis Buñuel; un ejemplo fue la cinta Viridiana, de 1963