La actriz aborda temas como la migración y las familias separadas por políticas incomprensibles en la película Arrebatada de sus brazos
La actriz Fátima Molina considera que, más allá de entretener, su vocación y talento puede estar al servicio de algo muy noble, como poner sobre la mesa problemáticas como la migración y las familias separadas por políticas incomprensibles, como sucede con las protagonistas de la película Arrebatada de sus brazos, que se estrena el 30 de octubre por LifeTime en EU y próximamente en Latinoamérica.
“Como mujeres latinas, vernos en estas historias es sumamente importante, porque es un problema social que hemos atravesado, vernos reflejados y sentirnos identificados me parece fundamental para hacer conciencia”, declaró.
Arrebatada de sus brazos cuenta la historia real de Cindy Madrid (Fátima Molina) y su hija de seis años, Jimena (Camila Núñez), quienes huyeron de la violencia en El Salvador buscando la seguridad en Estados Unidos pero fueron separadas en la frontera como parte de la política de tolerancia cero de la administración estadounidense.
“Cuando me llegó el guión me encantó y me impactó muchísimo como madre, como latina, como mujer, como actriz. He seguido la historia en los últimos tiempos, porque han ocurrido muchas cosas en las noticias sobre la separación de padres de sus hijos, y aproveché la oportunidad para realizar el papel de Thelma García, la abogada de emigrantes que se ha dedicado toda su vida a ayudar, traté de interpretarla de la manera más auténtica posible”, dijo Judy Reyes.
Judy explicó que lo impactante de esta historia es que se trata de personajes basados en personas reales, entonces se vuelve una realidad tan palpable que como parte de la comunidad latina no deja a nadie indiferente.
Fátima Molina señaló que su intención fue tratar de crear empatía y hacer conciencia social sobre esta problemática, porque muchos tenemos ejemplos cercanos que hacen comprender por lo que ha pasado la protagonista.
“Creo firmemente que el cine es un reflejo, y siempre lo será, del mundo en que vivimos”, reflexionó.
“Como nacida en Ensenada, Baja California, tengo mucha familia que vivía en la frontera y que se vieron obligados a dejar este país, si no de la misma manera que Cindy y su hija, sí hay algo que me acerca mucho a estas historias de inmigrantes, que por falta de oportunidades o por muchas cosas más, tienen que dejar su país, esa me parece una gran razón para reflexionar y por eso contar esta historia me parece sumamente importante”, agregó Molina.