Viva la farandula

Imelda Garza se deslinda de las amenazas contra Maribel Guardia; aclara su postura

La viuda de Julián Figueroa rompió el silencio luego de que Guardia la señalara, junto a su familia, como responsable de los alarmantes mensajes.

Aunque parecía que la disputa legal por la custodia del pequeño José Julián, único nieto de Maribel Guardia, había comenzado a calmarse, en las últimas semanas el conflicto volvió a escalar. Esta vez, tanto Maribel como Imelda Garza, madre del menor, aseguraron haber recibido amenazas a través de mensajes de texto.

Todo comenzó a principios de abril, cuando la actriz señaló a su nuera, quien estuvo casada con Julián Figueroa, y a la familia de esta como presuntos responsables de los mensajes alarmantes en su teléfono. Maribel afirmó vivir con miedo. Por su parte, Imelda también reveló que había sido víctima de mensajes intimidantes recientemente y, en redes sociales, incluso insinuó que Guardia podría estar detrás de ellos. Sin embargo, esta vez decidió no guardar silencio.

Maribel Guardia posa con su nieto José Julián. Foto: Instagram

Durante una misa especial organizada por ella misma para conmemorar el segundo aniversario luctuoso de Julián Figueroa, evento al que Maribel no asistió, Imelda habló por primera vez del tema de manera pública.

De forma inesperada y ante los medios, pidió respeto hacia la abuela de su hijo y negó que las amenazas provinieran de su entorno familiar.

“No han sido de parte de nadie de mi familia. Pido mucho respeto, es la abuela de mi hijo al final del día y yo no estoy de acuerdo con que nadie amenace a nadie, eso no me gusta para nada”, declaró.

Además, recordó que el conflicto legal comenzó cuando Maribel la acusó de negligencia en el cuidado del menor, pero aclaró que eso no justifica que ella esté siendo amenazada. En su caso, ya identificó a la responsable, asegura.

“Las amenazas que yo he recibido no puedo asegurarles que vienen de esa parte (Maribel Guardia), pero sí sé cómo se llama la persona que las envía, porque no solamente me las están enviando a mí, también a una amiga y a su mamá”, explicó.

Finalmente, reflexionó sobre lo fácil que es amedrentar a alguien desde el anonimato y lo duro que ha sido para ella enfrentar esta situación.

“No me parece que sea bonito vivir con terror, yo viví con mucho terror al principio de esto”, añadió Imelda.