– La actriz encontró la paz reformando su hogar, algo que quiso compartir en su reality show, Honest renovations.
Cuando Jessica Alba era niña, su cuarto tenía algunas reglas estrictas: ¡nada de pintar las paredes, pegar pósters de sus películas favoritas o colgar adornos!
La famosa actriz es hija de un militar de origen mexicano, Mark Alba, quien sirvió en las Fuerzas Aéreas Estadounidenses. Al retirarse, la organización le proporcionó a él y a su familia un hogar temporal. Esa casa venía con ciertas condiciones, incluyendo respetar el diseño y la estructura.
“Al ser una vivienda militar, no podíamos tomar decisiones voluntarias en nuestra habitación, todo lo que hacíamos era temporal. Hasta que me mudé a casa de mis abuelos, ¡mi habitación era el único espacio del que podía apropiarme!”, recuerda Alba en entrevista con EL UNIVERSAL.
En esa nueva habitación, Jessica pudo explorar su lado más creativo, lo que sería un detonante para que ella optara por las artes. Pero no duró mucho tiempo, a los 12 años, cuando comenzó su carrera como actriz, tuvo que cambiar de hogar en varias ocasiones: “Tuve que hacer que estos lugares se sintieran como en casa, porque siempre estaba en sets y carreteras, así que me centré en mi estética y eso me daba alegría”.
La manera en la que los hogares influyen en el estado de ánimo de las personas es algo que la actriz quiere transmitir en el reality Honest renovations, donde comparte pantalla con su amiga, la modelo y actriz Lizzy Mathis, y un equipo de expertos en remodelación, para ayudar a distintas familias a renovar sus hogares.
Jessica Alba renueva hogares y emociones
Aprende de la pandemia
Esa relación de Alba con su hogar tuvo su punto más álgido durante la pandemia de Covid-19. Frente al confinamiento, ambas encontraron en la decoración un escape, en especial porque cada una tiene tres hijos.
“Cuando te conviertes en madre a veces sientes que no eres tú porque toda tu vida ahora se revoluciona alrededor de esta pequeña persona. Además, estás deprimida y con sueño, se disparan las hormonas, te sientes como, ¿quién soy yo?, ¿qué soy?, ¿qué está pasando? Yo tardé un poco en sentirme cómoda con eso”, reconoce Alba.
Una vez que el confinamiento concluyó, las dos decidieron ayudar a otras familias con hijos para que renueven el espacio en donde conviven con los pequeños, de ahí que el único requisito para ser apoyados era que tuvieran hijos.
“Escogimos familias diversas con niños que no son de la misma edad, incluso con contextos culturales distintos”, comenta Lizzy.
“Queríamos que fueran diferentes, que tuvieran niños jóvenes o pequeños, que tuvieran un niño o cuatro, que estuvieran en diferentes etapas. También que vivieran en diferentes tipos de casas para que el espectador pudiera sentirse reflejado y obtener ideas para sus propios espacios”, explica.
Construye su carrera
Este es el regreso de Jessica a la pantalla, quien desde 2021 no aparecía en un proyecto, pues además de su faceta como actriz, también es dueña de una empresa de productos para el cuidado de la piel no sólo de adultos, sino también de bebés, proyecto en el que también quiere demostrar la capacidad de las mujeres.
“No he parado. He estado produciendo cosas escritas y enfocándome en mi empresa, quiero seguir creciendo en ese rubro. Ahora tengo una nueva directora que ha sumado culturalmente a mi negocio, ella es afrolatina y tiene las cualidades de liderazgo que siempre he querido como socia”.
Alba asegura que la serie de ocho episodios, que estrena hoy en The Roku Channel, es el inicio de una mancuerna junto a Lizzy, para producir más contenido que ayude a las personas a replantearse su entorno y mejorar.
“Tengas una familia grande o estés soltero, hay mucha inspiración que puedes aplicar a tu vida”, considera la actriz.