«El irlandés», «Historia de un Matrimonio» y «Los dos Papas» están en la terna para aparecer mañana en las listas de los nominados al Oscar
Existen dos formas de disfrutar una película que se estrena hoy en día: yendo al cine o verla en el televisión por medio de un servicio streaming tipo Netflix.
Este año, sorprendieron al público películas como “El Irlandés” («The Irishman») de Martin Scorsese, “Historia de un matrimonio” («Marriage Story») de Noah Baumbach y “Los dos papas” («The Two Popes») de Fernando Meirelles que prácticamente llegaron a través de esta plataforma.
La misma experiencia se vivió en noviembre de 2018, cuando se estreno la multipremiada “ROMA” de Alfonso Cuarón, luego de una proyección local en Estados Unidos para reunir los requisitos mínimos y competir por un Oscar.
En aquella ocasión, la película del mexicano sorprendió con 10 nominaciones a los premios de la Academia, algo que se espera sea superior mañana, con más filmes en competencia.
¿La gente prefiere ir al cine o ver Netflix?
Hay pocas similitudes entre ir al cine y ver Netflix: el olor a palomitas es indiscutible mientras se escoge la película, ya sea en un sofá y de pie afuera de una sala de cine.
Pero las diferencias son bastantes. En la salas las pantallas miden hasta 28 x 21 metros en el caso de las IMAX (esto equivaldría a aplicar 24 elefantes).
Las imágenes son de alta definición, aunque este terreno es reñido porque por los televisores, aunque más pequeños, cuentan con tecnología de gran nitidez, como la OLED 4K y hasta 8K.
Las historias se cuentan a parte, pocos ponen en duda que disfrutar una película en el cine adentra literalmente al espectador a toda la experiencia de la gran pantalla.
La gran desventaja del cine es, quizá, que la gente debe trasladarse y que tiene un costo.
En años recientes, las ventas de boletos han bajado. Según cifras oficiales en Estados Unidos, el cine en ese país tuvo una caída de 300 millones de boletos vendidos respecto a su mejor año, el 2002. Una tendencia que no parece revertirse.
El streaming, en cambio, tiene cada vez más adeptos. La plataforma publicó a inicios del año pasado que había alcanzado los 139.2 millones de usuarios en el mundo (tenía poco más de 20 millones de 2012); cifra que seguramente aumentó en 2019.
La Academia se resiste
Las candidatas este año no pueden ser ignoradas, las nominaciones anunciadas este 13 de enero serán determinantes para saber si la Academia finalmente ha cedido a este tipo de contenido.
La primera vez que la Academia se enfrentó a ese dilema simplemente lo ignoró.
En 2015, la cinta “Beasts of No Nation” de Cary Joji Fukunaga, distribuida por Netflix, fue ignorada en los Oscar, a pesar de haber sido candidata en los BAFTA, Globos de Oro y muchas otras premiaciones.
La siguiente ocasión fue en 2017, con la sátira “Okja”, de Bong Joon-ho, ignorada también.
«ROMA» marcó un parteaguas en ese sentido.
Las 10 nominaciones al Oscar que tuvo «ROMA», de las cuales ganó por Fotografía, Director (ambos para Cuarón) y Película Extranjera, dieron luces de una batalla de la que tendrían que llegar a un acuerdo.
Además de los Oscar a «ROMA», Netflix obtuvo otros tres gracias a “The Balad of buster Scruggs”, de Joe & Ethan Coen.
Spielberg y su campaña
No es un secreto que el año pasado uno de los grandes detractores de las nominaciones y posterior victoria del «ROMA» en los Oscar fue Steven Spielberg.
El director, que encabeza la rama de directores en la Academia, mostró su descontento por que películas de streaming, como la de Cuarón, fueran reconocidas.
Se dijo que el realizador haría una junta especial en la que plantearía cambiar las reglas para acceder a una estatuilla, que por el momento sólo contempla tener un estreno mínimo en Estados Unidos para poder competir.
“Steven tiene una opinión muy fuerte sobre las diferencias entre cine y streaming”, dijo un portavoz de Amblin, la productora de Spielberg, a la revista IndieWire. “Le gustaría que otros se unieran a su campaña cuando surja. Veremos qué pasa”.
Spielberg hizo ver que la experiencia cinematográfica estaba en juego en el momento en que los premios se den a grandes producciones que sólo sean vistas en pantalla chica. Para él, las películas de televisión (telefilmes) son eso, no cine.
Sin ser frontal, ni dar nombres, Netflix respondió a la polémica con un tuit en su cuenta oficial.
«Amamos el cine. Estas son otras cosas que también nos amamos:
– Acceso para gente que no se puede permitir el cine, o vive en pueblos sin cines
– Dejar que todo el mundo en todas partes disfrute de los estrenos a la vez
– Dar a los cineastas más formas de compartir su arte.
Estas cosas no son mutuamente excluyentes».
Sigue mucho en juego
Luego de estas declaraciones, muchos se sorprendieron cuando semanas después Steven Spielberg acudió al evento en donde Apple anunció su propio servicio streaming.
El director de “La lista de Schindler” fue el invitado estrella del evento y anunció que llevaría a la pantalla la serie de cómics clásicos “Amazing Stories”.
Además de los memes, se abrió el debate de los intereses que se mueven detrás de las premiaciones, independientemente de la calidad de las propuestas fílmicas y, en especial, de cómo quiere consumidor ver las películas.
Los Globos de Oro de 2020, fueron una muestra de ello. Los representantes de la Prensa extranjera de Hollywood, decidieron dar la mayoría de las estatuillas a películas que no formaron parte de la plataforma.
“1917” se impuso a “El irlandés”, “Historia de un matrimonio” y “Los dos papas”, incluidas las categorías de Película y Dirección, que dejó afuera a Martin Scorsese.
Las nominaciones de los Oscar de 2020 darán mucho de qué hablar al respecto y, en especial, la ceremonia que se prevé para el 9 de febrero en Los Ángeles.