El actor interpreta a “Malamadre”, un reo que lidera un motín en prisión, un papel que, dice, lo desafió física y emocionalmente por su intensidad.
El temible “Malamadre”, el reo que en la novela Celda 211 se convierte en el líder de un motín penitenciario, ha sido llevado a carne y hueso en la persona de Noé Hernández, esto en una serie que se estrenará el mes próximo por streaming.
La historia, de acuerdo con la sinopsis oficial de Netflix, sigue a un abogado de derechos humanos (Diego Calva, Babylon y El secreto del río), quien queda atrapado en prisión durante los hechos sangrientos y ante esto debe fingir ser un prisionero para sobrevivir.
El personaje de Noé, señala el propio actor, es el mismo que en la versión cinematográfica española realizada en 2009 interpretó el actor ibérico Luis Tosar.
La serie está basada en la novela homónima de Francisco Pérez Gandul, pero para la adaptación los escritores se inspiraron en los hechos sucedidos el 1 de enero de 2023 en el Centro de Reinserción Social para Adultos de Ciudad Juárez, Chihuahua, con la fuga de más de 20 reos, hechos que dejaron más de una decena de fallecidos.
“Me toca el rol antagónico”, comenta emocionado Hernández.
“Es una miniserie de seis capítulos y toda la acción ocurre tan sólo en 24 horas, lo cual fue bastante pesado. Todos los días estábamos mojados del pecho a la cabeza por el clima (contexto de la historia), además, el reto fue buscar un poco los modismos, pero fue bastante orgánico el trabajo”, detalla el histrión.
Ana Sofía Gatica (Es por su bien y Control Z) lleva uno de los roles protagónicos en este seriado que es dirigido por los mexicanos Jaime Reynoso (El candidato y La purga), y Gerardo Naranjo (Fear the walking dead y Voy a explotar).
Celda 211 se filmó en foros cercanos a Tlatelolco, donde el departamento de diseño de producción se encargó de construir la prisión. La serie producida por Rafael Ley (Ruido y Fiesta en la madriguera) fue escrita por Umaru Robles, Enrique Videla y Gibrán Portela.
“Roberto Duarte (¿Quién lo mató?) es mi mano derecha dentro de la organización (del motín), básicamente con quien más estoy interactuando es con el personaje del abogado. En la película era el protagónico, aquí se cambió el rol al licenciado y al final creo que se dio una buena adaptación”, subraya Noé.
El 2024 fue pródigo para el entrevistado, pues obtuvo el Ariel a Mejor Actor por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, por su trabajo en la cinta Kokoloko. También se le vio en la producción Pedro Páramo, siendo uno de los hijos del hombre que da nombre a la historia.
Y debutó además como director con el corto Recuerdas cuando estábamos enamorados, protagonizado por Raquel Menor y Alberto Estrella, estrenado en la pasada edición del festival Shorts México.
Se trata de una coproducción mexico-española que llegó a Hernández por invitación de una amiga.
“Que me perdonen los cineastas y los directores, ahora los respeto más, después de eso me dí cuenta de lo ignorante que soy”, dice a manera de broma el hoy realizador.