– Tras el deceso de Francis Levy Lavalle, el estado de Colima, de donde era originario, creó un estímulo cinematográfico en su honor.
Francis Levy Lavalle falleció en diciembre pasado, mientras hablaba de su ópera prima «Un mexicano en la Luna«, la cual estaba a semanas de arrancar su rodaje en locaciones de Jalisco y Colima, su entidad natal.
El cineasta que había batallado para emprender su aventura cinematográfica, también tenía en mente impulsar el talento colimense audiovisual, para que este no se desperdiciara y paulatinamente tomara relevancia.
Su productor y amigo Ozcar Ramírez no dejó caer el proyecto y, junto con los involucrados, decidió que José Luis Yáñez, quien era primer asistente de dirección de Francis, así como Techus Guerrero, de la producción ejecutiva, se hicieran cargo de la historia a fin de concretarla.
«También como un homenaje a él», cuenta Ozcar.
«Un mexicano en la luna», basada en hechos reales, protagonizada por Héctor Jiménez y Alessio Lapice, se ubica en junio de 1969, un mes antes de que el hombre llegara al satélite terrestre.
Durante una cena, alguien afirmó que Neil Armstrong, quien pisó el satélite terrestre, había nacido en un pueblo del sur de Jalisco y le apodaban el «Güero», lo cual destrozaría la versión oficial de ser estadounidense.
En pleno rodaje las cosas no acabaron ahí y se sostuvieron encuentros con el Gobierno Estatal para crear un mecanismo que permitiera a creadores colimenses hacer cine.
La gobernadora Indira Vizcaíno Silva aceptó y se creó un estímulo cinematográfico con el nombre de Francis para alentar la generación de industria.
En Colima, el más reciente trabajo de corte comercial hecho fue «Mujeres insumisas», de Alberto Isaac, en 1995. Después se han filmado cortometrajes, documentales y películas independientes.
«Un mexicano en la Luna», que dirigiría Francis, era la primera película industrial después de 26 años en la entidad.
La convocatoria, que abrió este lunes y cerrará el 30 de abril, está dirigida a cineastas nacidos en Colima o con al menos cinco años de residencia en el estado.
Esta primera versión contempla hasta 1.5 millones de pesos para pagar la infraestructura del proyecto, como la renta de la cámara requerida.
«Se va a dar en especie, en lugar de dar dinero, el gobierno va a pagar por el equipo para filmar. Lo elegido tendrá que filmarse en Colima, la idea es que ahí también haya derrama económica», comenta Ramírez.