Viva la farandula

«Pobo’Tzu'», el documental que narra la tragedia ocasionada por el volcán Chichonal, en Chiapas

– Casi 40 años después, poca gente recuerda la erupción del volcán que acabó con toda vida en un radio cercano a los 9 kilómetros y causó la muerte, oficialmente, de 2 mil personas y más de 20 mil damnificados.

El domingo 28 de marzo de 1982 el volcán, Chichonal, en Chiapas, erupcionó tan fuerte que acabó con toda vida en un radio cercano a los 9 kilómetros y causando la muerte, oficialmente, de 2 mil personas y más de 20 mil damnificados.

Casi 40 años después casi nadie se acuerda de eso. Es más, dice la cineasta Tania Ximena Ruiz, poco saben de la existencia de la montaña aún considerada activa por parte de los vulcanólogos

«Mucho de lo que me han dicho de la erupción, son personas que eran niños o adolecentes en esa época que recuerdan muy bien la ceniza», comenta.

«Las consecuencias aún está vigentes, a las comunidades las reubicaron, pero cuando se enteraron que estaban vendiendo los ejidos, de los cuales eran dueños, regresaron», señala.

De su interés nacido en 2014, Tania y Yollotl Alvarado realizaron el documental Pobo’Tzu’ (Noche blanca), centrándose en sepultado poblado zoque de Esquipulas Guayabal, del que poco vestigios quedaban como la punta de un poste en pie.

«De ahí salió Nueva Guayabal, una comunidad renacida que sigue siendo pristida. En general la relación con los pobladores siempre fue muy cercana, fue ir abriendo la comunicaión», recuerda.

El documental que fue estrenado en el pasado festival internacional de cine de Morelia no es una producción que alude al morbo. Optó por mostrar de manera poetica lo que ocurre en este lugar que la ceniza acabó. Y donde la vida ha vuelto.

«La primera vez que fuimos al pueblo enterrado no teníamos ni idea de la magnitud, era un potrero, sólo un poste de lo que había sido una cancha era la manera de medir la devastación.

«Román (uno de los entrevistados) falleció el año pasado y decían que habían sido 10 mil personas las muertas. La familia del protagonista, lo que se dicen los abuelos, se habían quedado ahí (durante la erupción), pero tampoco queríamos llegar al sensacionalismo, al tono amarillista, sino mostrar lo que había pasado en todos estos años», comenta la realizadora.

El documental está hablado en gran parte en zoque pues en la lengua originaria de la comunidad. Sus integrantes pueden hablar español, pero entre ellos se comunican en su lengua.

«Si hubiera sido en español la película se habría visto postizo. Teníamos un traductor, pero siempre había revisión con Trinidad (uno de los personajes) y confiábamos en ello (risas)», recuerda.

La idea era que fuera emotivo y generara emoción entre el público. Se espera que sea estrenado en 2022 tras su paso por festivales internacional de cine.