– La actriz reveló que en el libreto no estaba dicha escena, sin embargo cuando la hizo se puso a llorar
Cuando la cinta de Robert Rodríguez “Pistolero” llegó a los cines en 1995, marcó la entrada triunfal de la actriz Salma Hayek en la industria hollywodense.
Con el personaje de Carolina, Hayek sorprendió al público porque además compartía pantalla con Antonio Banderas, sin embargo grabar la escena romántica en la que aparece desnuda en la cama junto al español fue un momento difícil que todavía recuerda.
“La escena de amor no estaba en el guion, fue pedida por el estudio cuando vieron nuestra química y la pasé muy mal haciéndola”, contó la actriz en una entrevista para Armchair Expert.
“La esposa de Robert Rodríguez en ese tiempo (Elizabeth Avellan), se convirtió en mi mejor amiga, ella era la productora. Robert podía hacer todo en un set, el sonido, operar la cámara y él era como mi hermano así que cerraron el set y sólo estábamos Robert, Elizabeth, Antonio y yo, eso fue lindo excepto que yo nunca había hecho algo de ese tipo así que cuando íbamos a empezar a grabar comencé a sollozar”, relató.
Salma recordó que estaba muy avergonzada de llorar y aunque el resto del equipo trataba de hacerla reír ella no podía contenerse sólo lograba quitarse la toalla por unos segundoa y volvia a sollozar, además le preocupaba la reacción de su familia cuando viera el filme, especialmente de su padre.
“Una de las cosas de las que tenía miedo era Antonio porque él es absolutamente un caballero, todavía somos buenos amigos, pero era muy libre así que me asustaba porque él estaba como si nada y yo nunca había estado en una situación como esa”.
“Ellos fueron sorprendentes, hicimos lo mejor que pudimos para ese tiempo, fue un grupo magnífico de tres personas, Robert fue increíble”, comentó Hayek.
La actriz mexicana también relató cómo fue que Rodríguez la conoció y que entre los nombres que sonaban para su personaje estaba el de la actriz Cameron Diaz. Después de que Robert la descubrió todavía tuvo que audicionar otras seis veces y hacer pruebas de cámara.
“Fue muy emocionante tener un trabajo y recordemos que esto fue en un tiempo en el que era casi ilegal contratar a un mexicano en un rol protagónico, era imposible y la forma en que lo obtuve fue como un milagro porque Robert había hecho ‘El mariachi’ con 7 mil dólares”, contó.
“Una noche no podía dormir y estaba viendo la televisión, cambiando los canales y había una retransmisión de una entrevista que un comediante llamado Paul Rodríguez me hizo y él se estaba burlando de mí porque yo era una gran estrella en México, era muy famosa en ‘Teresa’ que el 60% del país estaba viendo este programa y luego yo me fui (del país), vine a los Estados Unidos, estaba tratando de aprender inglés y fui a la escuela con Stella Adler, y empecé de nuevo como extra”.
En aquellos años para la mexicana fue difícil comenzar de nuevo su carrera, sobretodo por los prejuicios que había hacia los latinos pues le decían que no iba a tener un empleo porque no había lugar para ella. Fue entonces que Salma dijo: “entonces yo voy a hacer que suceda”.