– El actor se ha destacado en otros papeles, como en la cinta «El poder del perro», actuación por la que fue nominado a un Oscar
Interpretar a Dr. Strange en el universo Marvel, ha hecho que ocasionalmente Benedict Cumberbatch se sienta tonto y ridículo, debido a los movimientos de manos y cuerpo que debe ejecutar para darle veracidad al personaje.
«Tienes que soportar esa humillación y es también volver a ser niño, imaginarlo todo porque además de mis manos no sale nada, no hay magia por ninguna parte», reconoció bromista al programa español «El Hormiguero», en una entrevista promocional de la segunda entrega del filme que estrena el mes próximo.
«Hay mucho croma (green screen o blue screen) y por supuesto estás ahí sintiéndote tonto, corriendo y haciendo cosas. La primera vez que lo haces frente al equipo técnico te siente absurdo y ridículo, por fortuna toda la gente está concentrada en su trabajo y no se ríen de ti», agregó.
Destacó que pese a ello, también se hacen cosas en set, lo cual es una de las cosas fantásticas del estudio productor.
«Una vez en un guion que leí por la mañana, estaba que iban a hacer volar un coche y entrar por un edificio y efectivamente lo hicieron real, dije wow, en los rodajes de Marvel también hay esas cosas», comentó Cumberbath.
En Dr. Strange en el multiverso de la locura, se abre un mundo paralelo del que salen nuevos villanos en contra del hechicero más poderoso de Marvel. Y el doblaje que se da de la cinta en varios territorios, no es algo que le moleste, pues es una manera de llegar a distintos públicos.
«Me llama la atención eso, que los actores de doblaje tengan que duplicar el movimiento de mis labios, eso es difícil», apuntó.
Apenas el mes pasado, Benedict estuvo nominado al Premio Oscar como Mejor Actor por su labor en «El poder del perro», dirigida por Jane Campion, en la cual aceptó no haberse bañado durante días, para encontrar la esencia del personaje.
En la cinta el histrión londinense da vida a un ranchero que lo mismo inspira temor, que asombro, cambiando su vida al conocer a la nueva esposa de su hermano.
«En los ensayos quería profundizar en la realidad de este personaje que trabaja en un rancho y le da igual acumular tierra, cuando el tema de la higiene es mucho más moderno. Estuve cinco días sin bañarme y uno desde el principio se siente incómodo, sobre todo cuando Jane es muy sociable y quería que todos fuéramos a cenar y yo decía, no», recordó entre risas.
A pregunta expresa, el actor de 46 años recomendó a quienes quieran incursionar en el medio, siempre tener un plan b por si las cosas no funcionan.