Francisco Fernández puso voz al protagonista, también con Síndrome de Down, de la cinta animada
Porque la inclusión es importante en la vida y el cine, la voz principal de Un disfraz para Nicolás, cinta animada mexicana que aborda la historia de un niño con Síndrome de Down, corrió a cargo de un infante con ese trastorno.
Francisco Fernández, de entonces 10 años, llegó al proyecto luego de que la producción trabajó con asociaciones civiles comprometidas en la atención de personas con dicho Síndrome, como la de Olimpiadas Especiales.
El filme se encuentra en la sección oficial del género, durante el próximo Festival Internacional de Cine de Guadalajara a realizarse el mes próximo.
“Es sobre un niño que tiene disfraces que su mamá le hacía cada que cumplía años, pero ella fallece y él se va a vivir a casa de sus abuelos, con su primo adolescente y que no entiende la naturaleza de él y es buleador”, cuenta Miguel Uriegas, productor del largometraje.
“Entonces Nicolás usa sus disfraces para salvar a su primo de las pesadillas que tiene”, agrega.
Indica que la película tiene un mensaje incluyente como el entender por qué no se debe bulear a las personas y comprender de dónde viene este comportamiento.
“Francisco (el niño del doblaje) nunca había actuado, ni nada de eso; dimos con él gracias a la asociación civil y lo invitamos dar la voz principal, siendo una experiencia muy bonita.
“Le pagamos como actor, trabajamos con una terapeuta especialista y nuestra directora de diálogos (Gabriela Cárdenas) que tiene experiencia con niños, hizo que de ser un niño que no sabía qué era esto, entendió que se estaba haciendo con mucha seriedad”, recuerda Uriegas.
Un disfraz para Nicolás es producida por Fotosíntesis, compañía que ya tiene en su experiencia El ángel en el reloj, que abordaba el tema del cáncer infantil y La increíble historia del niño de piedra, sobre cómo disfrutar la vida.
El guión está inspirado en el cuento corto Pablo y el baúl del desaparecido Jaime Mijares, amigo de Uriegas.
La cinta contó con los beneficios del Eficine, que permite a personas morales destinar el 10% de su Impuesto Sobre la Renta (ISR), a la realización de cine.
El lanzamiento comercial de Un disfraz para Nicolás se daría en mayo próximo, con la idea de que parte de la recaudación fuera a la asociación Olimpiadas especiales.
“Es lo que se quiere: que ganen algo para ayudarlas a que sigan con su labor necesaria en todo esto”, establece el ejecutivo.
Dirigida por Eduardo Rivero, la historia cuenta con las voces, entre otros, de la cantante Paty Cantú, quien da vida a la mamá del protagonista; el fallecido Pepe Lavat como el abuelo y Ricardo Tejedo.
En el certamen tapatío el largometraje se encuentra con títulos como la franco italiana El gran cuento de los osos, de Lorenzo Mattotti; la alemano-belga-checa Fritzi: A revolutionary tale y la francesa Zero impunity.
“Es un honor estar ahí y a ver cómo la recibe el público, lo que sí es que después estrenaremos en cines”, indica.