Viva la farandula

Una mano guió a Sorrentino

El director italiano afirma que Maradona le salvó la vida y Cuarón le indicó el camino para filmar

Paolo Sorrentino está contento de estar en la carrera hacia su posible segundo Oscar (el primero lo ganó con La gran belleza en 2014).

Esta vez, lo hace con Fue la mano de Dios, un filme distinto a lo que le había caracterizado a sus cintas, pues se aleja del surrealismo y los personajes excéntricos para contar una historia más íntima y dolorosa: la de su propia vida, truncada por la trágica muerte de sus padres cuando él tenía 16 años.

Este hecho, contó el director, lo convirtió en cineasta; de otra forma nunca hubiera encontrado el cine como refugio.

“Sin la tragedia en mi vida, hubiera tenido que obedecer las reglas establecidas para mí. Pero después de la pérdida que tuve me encontré solo y con ganas de vengarme de lo que me había pasado, y con el cine encontré esa revancha”.

Sorrentino recordó que llevaba más de una década dándole vueltas a la idea de hacer este filme pero no estaba seguro si una cinta tan personal podría ser interesante.

Sin embargo, ROMA, de Alfonso Cuarón, fue la pieza que, después de verla, lo hizo sentir que tenía permiso para llevar su propia historia a la pantalla.

“ROMA tiene un balance perfecto entre la vida de Cuarón y las cosas que tienen un gran interés en la audiencia. Es una cinta mexicana capaz de conectar con todas las personas. Fue el gran estímulo para querer hacer mi película”, explicó el realizador, que con esta historia buscaba hacer catarsis.

También, para el cineasta napolitano “el sentido del humor lo es casi todo”.

“Mi primera idea en cada película que he hecho ha sido que tengan cierta comedia. Reír es la única forma que conozco para estar en el mundo. No sé cómo podría navegar por la vida sin hacerlo”, aseguró.

Nápoles es otro de los personajes principales del filme.

“Filmé los lugares a los que pertenezco, a los que solía ir y que quería volver”, apuntó.

Otro eje central de la historia es Maradona, pues fue precisamente la afición del cineasta al astro del futbol lo que le salvó la vida. El fin de semana en el que sus padres fallecieron accidentalmente debido a una fuga de gas en su casa campo, él no estaba con ellos, porque decidió no acompañarlos y quedarse en Nápoles para ver un partido en el que su ídolo jugaba.

El cineasta dice que de haber podido compartir con Maradona este proyecto, nunca le hubiera preguntado nada “porque los humanos no deben hablar directamente con Dios”.

A sus 51 años, este virtuoso contador de historias disfruta la experiencia que conlleva la nominación a un Oscar.

“Es un juego divertido. En este momento es sano que se tenga un evento así porque le recuerda al mundo que es importante ver a viejos amigos. Es una opción para escapar”.

Fue la mano de Dios se estrenó en Netflix el 21 de diciembre, en México.

PAOLO SORRENTINO
Director de cine
“Después de la pérdida que tuve me encontré solo y con muchas ganas de vengarme, y con el cine encontré esa revancha”