– La película sobre dos escaladoras que quedan atrapadas en la cima reflexiona sobre las peligrosas acciones que hoy tienden a practicar las personas en la búsqueda de seguidores.
Para ganar más reacciones o seguidores en redes sociales, una persona actualmente es capaz de todo, incluso de poner su vida en peligro.
Los ejemplos son variados: el mes pasado en México un joven fue detenido tras bajar a las vías del Metro en la estación Bellas Artes para hacer unos pasos de baile, cuyo video subió a TikTok y, aunque el final no fue trágico, hay casos como el de la influencer Sophia Cheung, quien falleció en 2021 tras caer de un acantilado en Hong Kong mientras se hacía una selfie.
En esa línea es que la cinta Vértigo (Fall) ofrece una reflexión. La historia sigue a dos amigas, Becky y Hunter (interpretadas por Grace Fulton y Virginia Gardner), quienes se aventuran a escalar la torre de comunicaciones abandonada, B67 TV Tower.
“Cuando valoramos la reacción de otros por encima de nuestra seguridad es muy peligroso, cuando haces algo por otros por encima de cualquier cosa”, comenta Grace Fulton en entrevista.
En la historia, ambas amigas eran escaladoras hasta que Becky abandona ese deporte debido a que atraviesa un duelo por la muerte de su novio.
Entonces es animada por su amiga influencer, quien documenta todo a través de su celular; sin embargo, las cosas se complican cuando la escalera por la que suben se rompe y quedan atrapadas en la cima.
Es así que el viaje que estaba planeado para ser un aprendizaje de superación personal se convierte en una pesadilla de supervivencia.
“Puedes traicionarte a ti mismo muy profundamente, especialmente en cuanto a tu seguridad, es muy duro ver las cosas trágicas que le han pasado a la gente que estaba haciendo algo muy salvaje para tener alguna reacción en redes sociales, algo que definitivamente tocamos en el filme”, asegura Grace.
Se ponen a prueba
El largometraje, dirigido por Scott Mann, fue filmado en pandemia y se realizó sin pantallas verdes. Para Fulton, el proyecto fue un sueño como actriz, pues pudo experimentar de cierta forma lo que su personaje, ya que ella realizó todas sus escenas en un set real.
“Estábamos en un acantilado de 2 mil pies (600 metros) en el desierto y luego, en la cima de ese acantilado, se construyó una torre de 100 pies (30 metros), por lo que teníamos las vistas más increíbles, pudimos tener la vista del desierto a nuestro alrededor. No había pared del estudio, escenario sonoro o pantalla verde, era veraz y estábamos ahí”, detalla.
“No hay reemplazo de mi rostro, si me ven en la toma soy yo y fue realmente salvaje, como ir al gimnasio todos los días, también la parte emocional en las escenas, pero fue muy divertido”, indica.
Pero la cinta, que llegará a salas de cine este 1 de septiembre, enfrentó más retos que esos. De acuerdo con Variety, en su versión original en inglés se utilizó deepfake technology, un tipo de tecnología que ayuda a “engañar” o hacer cambios en imágenes, audio y video; en este caso fue para alterar las más de 30 veces que se utilizó en la película la palabra fuck, para así bajar la clasificación de la cinta de R a PG-13.
La palabra fuck, que en español se traduce como “mierda”, fue cambiada en el filme por otras como freak, que es “loco” en español.