– Un documental muestra que a Mercado le importaba más el bienestar de la gente que sus creencias
A finales de la década de los 60, la televisión vio nacer un personaje que se convertiría en la viva imagen de la astrología: Walter Mercado.
Con sus llamativas capas de lentejuela, joyería y sus gestos llenos de misticismo, el puertorriqueño usó la astrología como un vehículo para motivar a la gente desde su primera aparición en la pantalla dando el horóscopo, así lo muestra el documental «Mucho mucho mucho amor: La leyenda de Walter Mercado».
Para los directores del filme —Cristina Costantini y Kareem Tabsch—, que a partir de hoy está disponible en Netflix, éste es el legado de Mercado.
“(Nos dejó) ese mensaje que compartió, que no importaba si eran creyentes o no, no importaba de dónde eran, cómo eras, con qué vivías, a quién amabas, lo más importante siempre era vivir una vida infestada en el amor”, dice Kareem a EL UNIVERSAL.
“Así la vivió él, así basó su carrera y si ha dejado un legado es de amor, de paz y esperanza que yo creo que será parte de nuestra cultura e historia por mucho tiempo por venir”, señala.
Los creadores se definen a sí mismos como no creyentes, por ello consideran que el trabajo de Mercado puede ser apreciado tanto por los seguidores de su profesión como por quienes no lo son, porque el amor es universal. En entrevista, explican que bajo el contexto actual cobra más importancia y resulta más necesaria una ideología como la suya.
“Lo importante de Walter es que uno no tenía que ser creyente en el mensaje para poder darte cuenta de que él tenía un propósito más grande y ese propósito era compartir un mensaje de amor, paz, esperanza e inspiración”, señala Tabsch.
La producción muestra a un Walter más allá de las capas, a quien le importaba el bienestar del otro. Las entrevistas realizadas a Mercado son producto del trabajo de los dos años que pasaron con él y si había un tema del que no hablaba era su edad, además, el reto fue romper con 50 años de respuestas ensayadas.
“Walter fue un ícono de nuestra niñez, una persona que vivía dentro de la tv pero con el documental empezamos a acercarnos a él y se convirtió en un miembro de nuestras familias, un tío, un abuelo muy fabuloso y conocimos al hombre detrás de la capa”, señala Cristina.
“Al principio no quería mostrar su cara sin maquillaje o su pelo sin arreglar pero con la confianza cambió un poco y nos dejó entrar en su mundo íntimo; a la vez todavía era una persona llena de amor como nos mostró en la televisión y esto era muy interesante para mí que, aunque no tenía la capa, todavía su corazón era lo mismo de lo que veíamos”.
Los realizadores estuvieron con el astrólogo cinco semanas antes de su fallecimiento por lo que logró ver entre 15 y 20 minutos del documental.
“Nuestra meta era terminarlo para enseñarlo y tenerlo en el estreno y lamentablemente eso no sucedió. Entregamos el documental para consideración del Festival de Sundance el 1 de noviembre y Walter falleció el 2”, dice Kareem.
“Sabía que su trabajo había terminado, que había cumplido con su labor”, recuerda.
El documental incluye testimonios de personajes como Eugenio Derbez y Lin-Manuel Miranda, entre otros.