El actor mexicano regresa a su país para protagonizar la obra que por pandemia canceló shows en EU
”Si ven un poco subido de peso a Aladdín es por culpa de la comida mexicana”, bromea el actor Rodney Ingram, quien después de 14 años ha vuelto a México para construir el montaje de Aladdín, el musical, y confiesa que se ha vuelto un turista de su propio país, especialmente de la comida.
El joven de 30 años nació y vivió en Sayulita, Nayarit hasta los 16, edad en la que se dio cuenta que quería apostar por el canto, por el baile, por el teatro e irse a Estados Unidos (de donde es su padre). Esta es la primera vez que vuelve a México desde entonces, tras haber actuado en Broadway y, sobre todo, como protagonista de una de sus historias favoritas.
“El canto fue mi primer amor, mis padres (estadounidense y mexicana) son hoteleros y siempre que venían artistas y mariachis me gustaba cantar con ellos, el aplauso del público siempre me gustó y cuando estaba en la secundaria dije: ‘bueno, si me encanta hacer esto voy a ir a NY a darle a las escuelas, a ver si funciona’, porque me gustaba, pero no sabía si debía hacer una carrera como adulto en ese medio”, dijo.
Su primer acercamiento al personaje fue cuando tenía 22 años y le tocó convertirse en el suplente de Adam Jacobs en Aladdín, pero en Broadway.
“Lo hice dos años en Broadway, pero me tocó subir solamente como 30 veces, cuando nuestro actor protagónico se enfermaba, se iba de vacaciones o por cualquier razón; yo lo empujaba por las escaleras (risas), sí me tocó hacer el personaje. Después me fui al Fantasma de la ópera en el papel de Raúl”.
Cuando por fin llegó su turno de protagonizar Aladdín en 2020, el mundo le dio una sacudida. Llegó la pandemia.
Regresé a Aladdín para tomar el papel principal y lo hice justo dos meses antes de la pandemia. De un día para otro se cerró todo”, compartió.
Rodney tuvo que esperar casi dos años para, por fin, este 17 de noviembre presentarse ante el público en el Teatro Telcel con este musical, pero en su país de origen y lo más importante: en español por primera vez.
“Volver al escenario es una energía que sólo puede existir durante el teatro, durante ese momento vivo, es algo que nos fascina a los actores. Siempre fue mi sueño desde que supe lo que era el teatro musical”.
También se dijo afortunado de estar con un elenco hispano de la misma calidad del de Broadway, entre ellos, Irma Flores en el papel de Jazmín y Juan Pablo Martínez como el genio de la lámpara.