La fortuna que inició Vicente Fernández es casi incalculable, incluye casi 90 marcas y al menos 25 empresas.
La carrera de Vicente Fernández duró más de 60 años hasta su fallecimiento el 12 de diciembre pasado en su natal Guadalajara, tras varios problemas de salud. «El charro de Huentitán» fue un hombre que administró bien sus ganancias, en favor de su familia.
En varias entrevistas el intérprete de “Estos celos” reconoció que, en un principio, sus ingresos los dividía entre su madre, Paula Gómez, y su esposa María del Refugio Abarca «Cuquita», pero conforme su fama fue creciendo fue expandiendo su fortuna en grandes negocios, un hábito que heredó a sus hijos y nietos, muchos de los cuales también se dedican a la música.
De aquellos esfuerzos, el imperio de la dinastía Fernández es cuantioso. Según el portal web estadounidense Celebrity Net Worth, que estima la fortuna de los famosos, calcula el patrimonio del cantante en 25 millones de dólares, pero especialistas consideran que esto es poco equiparado al trabajo que realizó por décadas.
La escritora Olga Wornat, autora de la biografía no autorizada «El último rey, la dinastía Fernández», dijo que esta fortuna «está a punto de derrumbarse por problemas familiares que ya existían mucho antes de la muerte del Charro de Huentitán”. «Su casa estaba en llamas por los conflictos familiares… Es una gran tragedia… esa familia no vuelve a ser, se termina», dijo.
Este es un desglose de algunas de las marcas, empresas y propiedades que la familia Fernández posee; desde taxis aéreos con jets, hasta un centro de planchado a nombre de Alejandro Fernández:
De todo un poco: 88 marcas registradas
Tan sólo en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial hay decenas de marcas registradas a nombre de algún Fernández.
El patriarca de la dinastía tiene al menos 26 registros a su nombre. Siendo la primera del año 2003, de vestuario y calzado, en la que se pueden encontrar permisos para comercializar sombrerería, carteras, material impreso, servicio de entretenimiento y perfumería.
En Guadalajara, junto a la entrada de su rancho “Los tres potrillos”, hay varios negocios que funcionan también como espacio de souvenirs para aquellos que deciden visitar el hogar de los Fernández. Una tienda donde venden desde llaveros hasta botas para montar, sillas de caballo y cuerdas, con un enorme anuncio donde se lee “La tienda vaquera más grande de México”, que se ha convertido en un atractivo turístico.
También tienen un pequeño bar donde se puede probar y comprar una botella de su famoso tequila, que cuestan desde 1,300 pesos hasta 1,900. Así como el restaurante, con el mismo nombre, en donde sirven comida típica mexicana y hay música en vivo.
El menor de sus hijos, Alejandro Fernández, tiene registradas 17 marcas a su nombre entre las que destacan metales preciosos y plantas; Camila Fernández, su nieta, registró servicios de entretenimiento y actividades deportivas y culturales, mientras que su nieto Alex Fernández junior, quien siguió sus pasos en la música, registró en 2018 servicios de entretenimiento.
Su única hija, Alejandra Fernández, registró en 2011 a Alleza, su marca de bolsos y vestidos inspirada en las raíces mexicanas. La diseñadora tiene siete registros en total relacionados con la moda y finalmente su hijo mayor Vicente Fernández junior tiene bajo su nombre ocho marcas entre las que se encuentra una de educación y otra de tequila.
Grupo Fernández: 25 Empresas
La familia Fernández es dueña de al menos 25 empresas en México y muchas de ellas se encuentran englobadas por el nombre de “Grupo Fernández”. De algunas otras sólo son socios, como en el caso de la Desarrolladora Santa Fe- Zapopan en la que los tres hijos: Alejandro, Gerardo y Vicente tienen participación; de la misma manera ocurre con las inmobiliarias el Jilguero y Ferabar (esta última registrada por Alejandro Fernández y que responde a las iniciales de sus apellidos, Fernández Abarca).
Finanzas y tecnología son otros de los rubros que cubren con sus empresas y negocios, pero destaca por curioso el Centro de Planchado del que también es dueño el intérprete de “Me dediqué a perderte”.
Por si fuera poco, la dinastía también cuenta con un negocio de taxis aéreos “El caminante” en el que se rentan aviones Learjets 45 para transporte aéreo.
Dentro de Jalisco también se encuentra la Arena Vicente Fernández Gómez, un centro de espectáculos, construido en 2005, donde además de grandes conciertos, también se vivió el último homenaje de cuerpo presente a Fernández. Cuenta con una capacidad de hasta 15 mil personas y se estima que la construcción costó alrededor de 80 millones de dólares. En él se han presentado artistas como Katy Perry y Twenty One Pilots.
En 2006, la empresa gestora de espectáculos OCESA concretó una alianza con Grupo Fernández para la administración de la Arena VFG lo que creó OCESA Jalisco. Además, dentro del mundo del espectáculo, en 2015 Grupo Fernández y Universal Music Latinoamérica se unieron para formar Infinity una empresa de booking para artistas, organización de eventos y venta de conciertos.
En 2016 la vena emprendedora de Alejandro Fernández Jr se hizo presente con su negocio de donas, la cuales elaboraban con una receta secreta que se podía acompañar con bebidas, durante la pandemia dijo a EL UNIVERSAL que tuvo que pausarlo debido al confinamiento, pero planea retomarlo en cuanto sea posible.
Rancho “Los tres potrillos”
Una propiedad importante en la familia Fernández es el rancho “Los tres potrillos,” nombre que hace referencia a los tres hijos varones del intérprete de “Aca entre nos” . Se encuentra en el municipio de Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco, cerca de Guadalajara. En 1980 se construyó y cuenta con 500 hectáreas.
Además, se encuentra abierto al público y el acceso es gratuito. Los fans del cantante acuden a tomarse fotografías e incluso antes de su muerte era común que Don Chente saliera a saludar a los visitantes, ahora lo hacen los familiares.
¿Qué hay dentro del rancho?
· Un restaurante llamado “Los Tres Potrillos” fue inaugurado en 1999 y ofrece comida típica de Jalisco con música y espectáculos en vivo.
· Un criadero de caballos pura sangre que llegan a costar entre 40 a 90 mil dólares y caballos miniatura que pueden tener un costo de 30 mil pesos en adelante
· Una piscina muy amplia en forma de guitarra que el mismo Don Vicente afirmó que le había costado más cara que el mismo rancho.
· Un lienzo charro en el que suelen haber diferentes eventos de charrería a lo largo del año.
· Una casa principal lujosa en la que se podía ver la colección de figuras de caballos y pinturas que tenía Don Vicente Fernández.
· Otro punto importante a mencionar son los trajes de charro de Don Chente que están valuados en alrededor de 350 mil pesos cada uno, su sastre Lucio Díaz Ugalde le confeccionaba 50 trajes al año.
No se ha dado a conocer el valor del rancho, sin embargo, los ranchos aledaños a la venta en Tlajomulco de Zúñiga oscilan entre los 46 millones de pesos.