La relación amorosa llegó a su fin, pero el despecho y el desamor se han hecho presentes entre los Nodeli
Apenas unos días después de que terminaran, Belinda y Nodal comenzaron con la publicación de canciones que, curiosamente, hablan de desamor, ya tenían listos estos temas que encajan con su situación actual, pero que ambos han abordado de manera distinta.
El primero en lanzar su canción de despecho fue Nodal, bajo el título de «Ya no somos ni seremos», hace tres días. Hasta hoy, la canción suma 13 millones de vistas. Uno de los comentarios más populares en su video es el que dice que como está soltero, ya se vienen las canciones buenas, es decir, las de desamor. La letra de la canción dice, entre otras cosas, que:
«Quise mi piel llenarla de tatuajes, pa’ cubrir los besos que dejaste. Puedo ocultar la historia que vivimos, pero no puedo borrarte».
Un día después, Belinda también publicó en Youtube su canción «Mentiras (Cabr*n)», que actualmente solo aparece como «Mentiras».
En Youtube, hasta este momento, la canción suma 4.3 millones de visitas.
La temática de la canción de Belinda es más de alguien que se recupera rápidamente de la ruptura. Aunque no tiene un video como en el caso de Nodal, ya está colgado en su plataforma.
«No quiero un man que se esté creyendo mejor que yo, siempre peleando y comportándose como un cabrón. Me cansé de tus mentiras ya no quiero tus besos, ahórrate el intento».
Su club de fans se ha hecho presente apoyándola e impulsando el video para que siga escalando en lugares de popularidad.
Después de ese video ha publicado en su página de Youtube otros clips de canciones pasadas como «Lo siento», «Luz sin gravedad» y «Be free».
Belinda exige respeto
La cantante mexicana Belinda aseguró hce unos días que tomará todas las acciones necesarias, incluso legales, en contra de aquellos medios de comunicación y personas públicas que la han difamado y violentado después de que se hiciera pública la anulación de su boda con el cantante Christian Nodal.
«En los últimos días personas públicas y medios han traspasado la barrera del respeto llegando al punto de emitir comentarios que constituyen violencia de género, juzgándome por el hecho de haber tomado decisiones que solo me corresponden a mí», expresó la cantante en un mensaje en la red social de Instagram.
Dijo que esos señalamientos «en todo caso, únicamente afectan a mi círculo privado difamando, calumniando y tergiversando información que me coloca en una posición vulnerable».
Desde que la pareja anunció el final de su compromiso, no se ha dejado de hablar del tema con nuevas teorías sobre la posible razón de la ruptura de los mexicanos.
En varias de estas versiones, Belinda ha sido duramente acusada, criticada y responsabilizada por la ruptura, y aunque asegura que reconoce el papel que los medios de comunicación han tenido en su éxito profesional, exige una relación equitativa y de respeto.
«No pretendo convertirme en víctima ya que durante toda mi vida la lucha y el trabajo constante han sido el sello que me ha caracterizado. Es por ello que he decidido tomar todas las acciones necesarias para exigir -inclusive por la vía legal- el respeto con el que todas las mujeres merecemos ser tratadas», ahondó.
La cantante aseguró que a su lucha incluye a todas las mujeres que se han visto en la misma situación al ser juzgadas por tomar decisiones propias y escribió, en agradecimiento a sus fanáticos, que mientras ellos existan, «habrá una Belinda fuerte».
«Esto no es solo por mí sino por todas y cada una de las mujeres a quienes se les juzga por vivir su vida en libertad. Las mujeres no estamos obligadas a cumplir con expectativas estereotipadas de una sociedad que nos sentencia a comportarnos de cierta manera», aseveró.
En el 2020 Christian Nodal y Belinda confirmaron que tenían una relación y acapararon las miradas de sus seguidores y de la prensa por diversos motivos, entre ellos, que se trataba de la relación más pública que la cantante había tenido, así como la diferencia de edades entre ambos de casi una década.
Tiempo después formalizaron su relación con un anillo de compromiso valuado en 3 millones de dólares, que parecía anteceder una boda llena de lujos y glamur.