Viva la farandula

Julieta Venegas muestra su amor, pero de lejos

Por la imposibilidad de estrenar en vivo su obra «La enamorada», Venegas decidió ponerla en una plataforma de streaming

 

Desde hace dos años Julieta Venegas no se presenta ante el público mexicano. Mayo sería el mes que marcaría su reencuentro, pues radica en Argentina, y lo haría con un proyecto que la reta como artista e intérprete, el espectáculo unipersonal «La enamorada».

Pero la llegada del Covid-19 al país detuvo estos planes.

“México es el lugar donde me reconozco, entonces quiero ver qué pasa”, expresó la cantante, quien pospuso este debut presencial pero optó por una opción en streaming para que el público conozca este proyecto.

Oscar Carnicero, socio de La Teatrería y productor en México de «La enamorada», anunció que el estreno de esta historia escrita por Santiago Loza se realizará de manera virtual el 3 de julio a través de la plataforma de E-Ticket Live, a las 20:00 horas tiempo de México.

“Julieta nos expresó sus ganas de que la gente la viera en vivo, pero lamentablemente nadie en el mundo puede estar en vivo en un escenario con público, entonces ella lo entendió, sabe que tiene una base de fans muy grande y muy fiel a ella”, comentó Carnicero.

Con 33 años arriba del escenario como cantante, hace que esta primera vez haciendo teatro fuera desafiante para Julieta, porque según explica, estar en terreno desconocido ha sido liberador y la ha obligado a aprender nuevas cosas.

“Era una búsqueda de probar algo distinto, otra manera de ser creativa, me crucé con las personas indicadas y el texto indicado. No estaba entre mis planes hacer teatro, había hecho música para teatro, pero nunca había actuado y no era una ambición que yo tuviera guardada en el cajón, simplemente se empezó a dar la posibilidad. Me pasé la mitad del tiempo bastante sorprendida y asustada pero disfrutando mucho ese sentimiento de incomodidad de no saber qué está pasando”, dijo.

«La enamorada» cuenta la historia de una mujer frágil e intensa, que realiza un viaje en el que se proponen confesiones y relatos pequeños pero entrañables, en el marco de un diálogo entre lo musical, lo poético y lo plástico.

“Esta historia le deja a la gente muchas cosas dando vueltas, porque te hace meter en tus recuerdos, en tus emociones. Saber que un texto y una interpretación puedan mover muchos sentimientos es hermoso, sobre todo en este mundo que tiende a la separación”.

Pero la participación de Venegas no se limitó sólo a actuar sino asumió el reto de realizar la música que da la ambientación a esta historia. “La escribí con Santiago y fue lindo porque él es muy rápido, casi me la iba dictando y sentí que me metía en la piel de este personaje”.

Para Julieta algo que hace maravilloso a su personaje es que resulta muy cercano al público cuando habla de sus recuerdos y soledad.

“Me gustó la relación que establece con la muerte, es una relación con sus seres queridos ya más serena, como que ya pasó pero viven en ella. Es algo muy mexicano: esta cosa con la muerte de que las personas que ya no están viven en nosotros, cada año los sacamos, les ponemos el altar, los llamamos, les damos de tomar, a veces les traemos el mariachi”, cuenta.

Algo que aprendió Julieta de esta experiencia teatral fue precisamente dejar de ser ella misma y permitir que un personaje se hiciera presente, no cantar como Julieta sino como la trama y el director Guillermo Cacace se lo pidieran.

“Desde un principio cuando empecé este proceso, me di cuenta que me tenía que entregar a esto, no podía hacerlo a medias, porque me parece que las cosas hay que vivirlas así y el teatro requiere de cierta entrega, tanto de la gente que viene a verla como de la persona que está en el escenario”.

El productor de la obra espera que la gente pueda apreciar el trabajo que Julieta Venegas hizo en este montaje, aun cuando es una grabación realizada en su estreno el año pasado en Argentina porque, asegura, la calidad con la que se hizo es de primera.