– La banda regresó a los escenarios tras siete años de ausencia.
Desde esta tarde, Emily Armstrong es oficialmente la voz principal de Linkin Park, banda que regresa a la música después de siete años fuera de los escenarios.
La cantante hizo su debut frente al público y los fans de la agrupación, en de un concierto que se transmitió en vivo por todas las plataformas digitales; sin embargo, esta no es la primera vez que Armstrong está arriba de un escenario, y es que antes de unirse a Mike Shinoda y compañía, lideró Dead Sara un grupo de rock alternativo.
Desde sus inicios, Emily ha sido reconocida por su energía y una importante capacidad vocal que combina potencia y capacidad interpretativa, lo que la ha distinguido dentro del género nu-metal. Con Dead Sara a alcanzó mayor notoriedad en 2012 a partir de su sencillo “Weatherman”, que rápidamente se convirtió en un éxito.
Linkin Park está de regreso con nueva vocalista y disco. Foto: Captura de pantalla.
Armstrong ha alcanzado, por su carácter, una posición de fama que la ha colocado ahora como la nueva vocalista de Linkin Park, sin embargo su banda Dead Sara se ha mantenido en un espacio más independiente, sin alcanzar la fama masiva de otras agrupaciones del mismo estilo.
En cuanto a colaboraciones, ha trabajado con diversos artistas como Dave Grohl, el líder de la banda Foo Fighters; Mick Mars, guitarrista de la bandas Mötley Crue, e incluso con Muse, de quien ha sido telonera.
Una nueva era para Linkin Park
Emily, aunque empieza su historia junto a Linkin Park, ya ha dejado una marca imborrable en la música, y es que, junto con ella llega una nueva era para la banda.
En 1999 Chester Bennington llegó a las filas de Linkin Park y, casi de inmediato, se convirtió en una de las voces más icónicas del rock. Su estilo para cantar combinado con desgarradores gritos, definieron el sonido de la agrupación creando temas como «In the End», «Numb» y «Crawling» que, hasta el día de hoy, viven en las playlist de cientos de fans alrededor del mundo.
Linkin Park alcanzó gran popularidad durante la primera década de los 2000, pero detuvo sus actividades tras la muerte de Bennington el 20 de julio de 2017.
El cantantes atravesaba por un fuerte episodio de depresión que lo llevó a quitarse la vida, lo que impactó a sus compañeros y a la comunidad musical en general.