Con el espectáculo «Eterna, homenaje musical al Día de Muertos», seis artistas celebran esta fiesta
Arreglos de flores de cempasúchil, velas y canciones melancólicas, le dieron un ambiente mágico y misterioso al patio de la Funeraria J. García López de General Prim, donde se llevó a cabo la noche del viernes el concierto vía streaming «Eterna, homenaje musical al Día de Muertos».
“Lo hacemos con mucho amor y respeto, para que las familias acompañen sus ofrendas de manera especial, porque sabemos que la música nos evoca recuerdos de nuestros seres queridos. Queremos que la música eterna siga creciendo y que sea escuchada de generación en generación, que se vuelva un legado no sólo para nuestro pueblo, sino que México le muestre al mundo cómo se escuchan nuestras tradiciones”, dijo Oscar Padilla, CEO de J. García López.
Esta presentación gratuita giró en torno al álbum «Eterna», que esta empresa produjo con el fin de la que gente tuviera música nueva y bonita, para acompañar sus festividades del mes de noviembre, además de que en cada tema se rinde un homenaje a diversas regiones del país, como Mixquic, Pomuch, Oaxaca o Coatepec.
La primera en iniciar con esta fiesta de Día de Muertos a distancia fue Majo Cornejo, quien interpretó «Son sin fin» que, acompañada de más de 10 músicos de Vórtice ensamble, dibujó con su voz un cuadro de lo que es un lugar como Mixquic.
La nostalgia por el ser querido que recién partió, se pudo sentir con la interpretación de «Un año» que hizo Sofi Mayen. «La llegada a la tierra de los muertos», fue descrita por Ramiro del Real, quien guitarra en mano interpretó el tema que rinde un homenaje a Chignahuapan, Puebla, titulado Camino al Mictlán.
Durante esta transmisión gratuita vía Facebook Live, la gente expresaba en el chat su agradecimiento por un espectáculo como éste, con músicos de calidad y canciones que expresan el sentir de muchos en este momento, cuando la nostalgia del Día de Muertos invade el ambiente.
Cecilia Toussaint y Denise Gutiérrez, vocalista de la banda Hello Seahorse! Dieron cátedra de canto, cuando les llegó el turno de interpretar sus respectivas canciones, que evocaban ese momento del adiós. Habían transcurrido alrededor de 45 minutos, cuando este espectáculo llegó a su fin, de una manera discreta y tranquila.