Después de que a Vicente Fernández IV le llovieran críticas por compartir una imagen del sillón de su abuelo Chente, que era uno muy viejo y roto que estaba en los corrales de los gallos, el hijo de Vicente Fernández Jr. decidió bajar la publicación y terminar con la polémica, la cual había dividido la opinión entre los seguidores del charro de Huentitán, y así mejor dejar todo por la paz.