– La actriz aún era muy joven, estaba a punto de comenzar a estudiar la universidad
Angélica Aragón es una actriz conocida por su prolífica carrera artística, pero antes de que se dedicase a la actuación vivió una serie de anécdotas que la llevaron a aprender de diferentes culturas, como fue el caso de la hindú, pues cuando aún era muy joven se enamoró de un hombre, proveniente de La India, con quien tuvo a su única hija; María Sunanda.
En una entrevista con Matilde Obregón, Aragón rememoró algunos de los acontecimientos más relevantes de su vida, describiéndose como una persona afortunada, pues en su niñez, cuando cursaba sus estudios básicos tuvo la oportunidad de conocer, y estrechar la mano, de figuras como John F. y Jaqueline Kennedy.
Pero en asuntos del amor también vivió un enamoramiento muy poco usual, pues conoció al padre de su hija, originario de La India, luego de que su padre, José Ángel Espinoza «Ferrusquilla», le pidiera que se volviera la traductora de un grupo de músicos invitados que llegarían a México, a propósito del Festival de la Canción, pues ella dominaba muy bien el inglés.
«Él vino a participar en el Festival de la Canción porque él era un músico, hijo de dos bailarines clásicos de La India muy importantes, y mi papá, que trabajaba y era parte de la Sociedad General de Autores y Compositores de la Música, me dijo: ´-Oye, necesitamos que alguien sea intérprete, que hable en inglés, hay que recogerlos en el aeropuerto´, y ya, yo me volví edecán del asunto, conocí a este hombre y nos enamoramos», recordó.
En esa época, la actriz acaba de salir de la preparatoria, pero no podía iniciar con sus estudios universitarios por una huelga prolongada que atravesaba la UNAM, por lo que le pareció buena idea mudarse con su futuro esposo, que residía en Inglaterra, y estudiar una carrera en el viejo continente.
«A mí ya me urgía, iba a estudiar medicina, él vivía en Londres, (y allá) había muy buenas escuelas de teatro», expresó.
Pero, para poder conocer el país de su prometido, tuvo que pasar un poco más de tiempo, pues en esa época La India había sido dividida en tres por Winston Churchill; en La India, Pakistán occidental y Pakistán Oriental, lo que provocó que se le dificultará recuperar su nacionalidad a su pareja y, sin ella, no podía volver a pisar la nación.
No fue sino hasta que Pakistán se convirtió en Bangladesh que pudieron visitar el país que lo vio nacer; momento en que la abuelita de su prometido invirtió todos sus ahorros para que llevaran a cabo su matrimonio, a través de las tradiciones que dicta la cultura hindú.
«Él tenía 30 años de no regresar a ver a su familia y su abuelita, el último dinero que tenía en un botecito de Nescafé, literal, dijo: ´-Me le compran pulseras de oro a esta niña, un sari rojo, porque si no traes oro es como si estuvieras desnuda´», contó a Matilde, quien la escuchaba sorprendida.
«Me sentaron en la cama que habían arreglado, y se asomaban todos los vecinos y toda la familia por una cortinita para ver a la novia del primogénito de la familia, que venía de México, se les hacía rarísimo», detalló.
La actriz usó pulseras, benditas con agua del río Ganges, usó sindoor, el polvo cosmético rojo que utilizan las mujeres casadas, así como amarraron sus ropas con las de él: «Ceremonias hermosísimas», aseguró.
Aragón se empapó de toda la información que pudo de la cultura hindú, a tal grado que se interesó en aprender bengalí, la lengua de nacimiento de su esposo, y que poco a poco fue dominando, juntos a otros conocimientos como historia de La India y las religiones comparadas.
Fruto de ese matrimonio nació su hija María Sunanda, que en la actualidad tiene 35 años.