“Perdida”, es un remake de la película colombiana “La cara oculta» y para darle una identidad propia, incluye referencias políticas de la historia que vivió México en 1968.
“Era darle una identidad propia a la película, sabiendo que venía de una historia ya contada, como proponer una historia nueva, muy distinta a la original, que se tratara de lo mismo y el otro reto era la manufactura, yo quería que se viera bien, que estuviera bien actuada, porque el público se merece eso y las podemos hacer”, dijo Jorge Michel Grau, director de la película en entrevista con EL UNIVERSAL.
Durante el largometraje se pueden observar señales y similitudes con el pasado histórico de México, como la muestra de archivos y fotos sobre la matanza de estudiantes en Tlatelolco.
“Lo de la política es completamente intencional, el personaje de ‘Anabel’ se apellida ‘Montenegro’, está casada con un político muy influyente, frivoliza el servicio público para enriquecerse, hay una escena que nuestro personaje protagónico se come su pasado para sobrevivir, ese tipo de cuestiones, que además que el público puede divertirse y entretenerse con la película, tiene esos hilos de identidad propia”, comentó durante una conferencia de prensa.
Protagonizada por José María de Tavira, Paulina Dávila y Cristina Rodlo, la historia cuenta de la llegada de Eric (De Tavira), quien es contratado como el nuevo director de orquesta de la Filarmónica de la Ciudad de México y se muda de Colombia a la ciudad con Carolina (Dávila), su mujer. Todo es perfecto hasta que un día ella desaparece. Eric, sumido en el dolor por el aparente abandono de Carolina, conoce a Fabiana (Rodlo), la camarera de un bar que suele frecuentar. Comienzan una relación llena de misterio, sexo y pasión, pero Fabiana se hace preguntas sobre la misteriosa desaparición de Carolina.
“Es una historia muy reciente y muy cercana (los hechos del 68), que el público la puede entender como propia, es un momento oscuro del México solidario, del buen anfitrión, de las olimpiadas y del 68, es un momento oscuro como de nuestros personajes, es el brillo y la oscuridad al mismo tiempo y se prestaba en la historia, esa fue la manera o el gancho de justificar porque el personaje principal está ahí”, comentó.
“No es una película de buenos y malos, es de lados oscuros de demonios internos, que de pronto en las pasiones las sueltan y la gente no tiene la capacidad de controlarlos, entonces hay una serie de eventos en la película que suscitan esas pasiones y que hacen que los personajes los descompongan, que saquen su lado oscuro, esa es la mirada de esta puesta, de personajes ordinarios en una situación extraordinaria, que al tomar unas decisiones van a descomponer su entorno”, añadió.
La cinta se estrenará el próximo 10 de enero en 800 pantallas de toda la República Mexicana.