Woodstock, el padre de todos los festivales que hoy cumple 50 años de haberse realizado, marcó un momento histórico y cambió la noción de la juventud a nivel mundial, ya que, entre drogas y libertinaje, se empezaron a plantear temas como los derechos de las mujeres y la libertad de expresión.
“Era un verdadero ‘boom’ porque estamos hablando del 69’, era un cambio importantísimo en la sociedad, sobre todo para los jóvenes, era la liberación de muchas cosas, de las mujeres sobre todo y aparte del ambiente que había. Y yo quedé impresionadísimo, decía, ‘que daría yo por ver a toda esta bola de greñudos en México’, y fue una cosa que trascendió mundialmente en la prensa, en los noticieros Woodstock podría ser el evento casi como si fuera una catástrofe, pero al contrario no lo fue”, dijo el productor Luis de Llano en entrevista con EL UNIVERSAL.
Transcurrían los años sesenta y la sociedad buscaba un cambio y la libertad, se había creado el Movimiento de Liberación de las Mujeres (WLM por sus siglas en inglés), el Movimiento Hippie abanderado por el slogan “Paz y amor”, inicia el Movimiento Ecologista, entre muchos más, y Woodstoock fue la plataforma ideal para todas las personas que se podía expresar sin ninguna represión.
“Un día vi en televisión el fenómeno de Woodstock y bueno como no había internet era el ‘trending topic’ de todo el mundo y era un fenómeno porque había 500,000 mil personas, se filmaba en película, había muchos grupos, era el primer concierto internacional, fuera de los que ya se habían hecho”, comentó De Llano.
El festival norteamericano fue un impacto mundial de liberación, que para la época no fue bien visto por muchos.
“Cambio, la actitud, la moda, la libertad que en ese momento todos veían en Woodstock, una libertad que no había en esa época, existía una doble moral en ese entonces, de repente que se desnudara una mujer, o que sacara los pechos, nadando en el río, se veía como un festival de rock muy pesado, decía, ‘que se están metiendo, cuanto fumaran’, ya sabes, cuando hablas de 200 mil ya es un mundo, pero cuando hablas de 500 mil personas es una ciudad completa, imagínate las cosas que sucedieron”, recordó el también escritor.
México tenía su propio programa de televisión dedicado a Woodstockconducido por Jacobo Zabludovsky y producido por De Llano, “se llamaba ‘La Onda de Woodstock’ y era un programa que pasaba los domingos en la mañana y ahí pasábamos los chismes, hablábamos de paz y amor, de turismo, hablábamos de la mujer, de los métodos anticonceptivos, la ecología que no se hablaba nada en ese entonces y en ese programa empezamos a promover el festival de Avándaro y fue un boom, tanto que llegaron 200 mil personas a Valle de Bravo”.
Avándaro fue el Woodstock mexicano, un festival que se celebró el 11 y 12 de septiembre de 1971 en Valle de Bravo, Estado de México, en donde las bandas de música que se reunieron fueron Los Dug Dug’s, El Epílogo, La División del Norte, Tequila, Peace and Love, El Ritual, Bandido, Los Yaki con Mayita Campos, Tinta Blanca, El Amor y Three Souls in my Mind.
“Si pones 20 mil personas juntas en un concierto de rock, en donde llovía y llovía con un equipo bastante rupestre, no teníamos los aplicadores, las bocinas, las luces que ahora se utilizan en los conciertos, eran 10 o 12 grupos los que fueron, no eran las condiciones óptimas de un concierto como lo de ahora, era al aire libre. Era como Woodstock, cuando llegué yo, ya eran 20 mil personas y una hora después ya eran 50 mil”.
El productor recuerda que fue un evento controlado en donde no hubo excesos, ni nada de lo que sacó en su momento la prensa, de que sólo fue un evento lleno de drogas, degeneración sexual, muerte, sangre, ni nada de solo.
“En Avándaro la gente misma se cuidó, como no había espacios sociales así en la ciudad, pues ahí mojados y todo, tenían que compartir comida, el baño y todo, se respetaron, no hubo ni una pelea, ni un robo, ni una violación, claro tenía un presupuesto bajo y nunca pensamos que iba a tener esta trascendencia”.
El Festival de Woodstock celebrado el 15 de agosto hasta la madrugada del 18 de 1969, tuvo lugar en una granja en el condado de Sullivan, Nueva York, en donde se reunieron 500 mil personas, en general hippies que estaban en contra de la guerra de Vietnam, levantaban banderas de arcoíris como símbolo de la paz mundial, un festival que tuvo noches de sexo y drogas, destacando el consumo de LSD y marihuana.